Acaba de fallecer recientemente JAVIER DE BENGOECHEA Y NIEBLA, poeta de indudable calidad y, como su amigo Blas, exquisito en el manejo del soneto. Dicen que recibió el Adonais en los 50 porque le confundieron con su amigo. Lo que se dice menos es que el galardón fue totalmente merecido.
Envío este soneto inédito, dedicado a Javier y en su memoria,
Pablo González de Langarika
Círculo
A Javier de Bengoechea, maestro
Un hombre soy que espera un tanto bruno
nuevos plazos del tiempo que le queda.
Cuidándome un poquito quizá pueda
cubrir un tanto el siglo veintiuno.
Del más allá no sé. Nunca ninguno
volvió. Si acaso oyó el toque de queda.
Es cosa cruel que el plazo nos exceda,
el tiempo es claramente inoportuno.
Un hombre soy que vuelve del soneto
y vuelve a recaer por más que pose
sus rimas en un ámbito discreto.
Si releo a Javier, sus campanadas
me cierran en un círculo concreto
de días y de sílabas contadas.
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