lunes, 30 de noviembre de 2009

José Emilio Pacheco Premio Cervantes

José Emilio Pacheco ha sido galardonado con el premio Cervantes de literatura 2.009
Reseña biográfica
Poeta y ensayista mexicano nacido en Ciudad de México en 1939.Empezó a brillar desde muy joven en el panorama cultural mexicano, gracias a su dominio de las formas clásicas y modernas y al enfoque universal de su poesía.Además de poeta y prosista se ha consagrado también como eximio traductor, trabajando como director y editor de colecciones bibliográficas y diversas publicaciones y suplementos culturales. Ha sido docente universitario e investigador al servicio de entidades gubernamentales.
Entre sus galardones se cuentan: Premio Nacional de Poesía, Premio Nacional de Periodismo Literario, Premio Xavier Villaurrutia, Premio Magda Donato, Premio José Asunción Silva en 1996,el Premio Octavio Paz en el año 2003, el Premio Federico García Lorca 2005, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2004 y la XVIII edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2009.De su obra poética se destacan: «Los elementos de la noche» en 1963, «El reposo del fuego» en 1966, «No me preguntes cómo pasa el tiempo» en 1969, «Irás y no volverás» en 1973, «Islas a la deriva» en 1976, «Desde entonces» en 1980, «Trabajos en el mar» en 1983, y «El silencio de la luna» poemas de 1985 1996.
.Poema
El reposo del fuego
(Don de Heraclito)
Pero el agua recorre los cristales
musgosarnente :ignora que se altera,
lejos del sueño, todo lo existente.
Y el reposo del fuego es tomar forma
con su pleno poder de transformarse.
fuego del aire y soledad del fuego.
al incendiar el aire que es de fuego.
Fuego es el mundo que se extingue y prende
para durar (fue siempre) eternamente.
Las cosas hoy dispersas se reúnen
y las que están más próximas se alejan:
Soy y no soy aquel que te ha esperado
en el parque desierto una mañana
junto al río irrepetible en donde entraba
(y no lo hará jamás, nunca dos veces)
la luz de octubre rota en la espesura.
Y fue el olor del mar: una paloma,
como un arco de sal,
ardió en el aire.
No estabas, no estarás
pero el oleaje
de una espuma remota confluía
sobre mis actos y entre mis palabras
(únicas nunca ajenas, nunca mías):
El mar que es agua pura ante los peces
jamás ha de saciar la sed humana.
.
José Emilio Pacheco

De Ernestina de Champourcín. Remitida por Ondiviela

-VISIÓN-

Has cruzado los cielos con tu rayo de oro
y has barrido la tierra cubierta de hojarasca.
¡Vendaval de tu paso implacable y seguro,
polvareda tupida que te esconde y ampara!

Algunos te han sentido; quizá los moribundos
y los niños, que miran con nitidez de espada...
Ahora llueve y sabemos que pasaste muy cerca.
La brisa que has alzado se enreda a mi garganta.

Dí, ¿por qué nos rozaste sin nombrarnos siquiera?
¿Temiste que la angustia de la pasión humana
te obligase otra vez a ofrecernos la vida
a darnos nuevamente tu luz crucificada?

Los árboles te vieron: Un dulce escalofrío
recorre todavia el lomo de sus ramas.
Pero has atravesado el mundo sin mirarme...
Dí, ¿por qué me esquivaste cuando yo te esperaba?

Ernestina de Champourcín.

viernes, 27 de noviembre de 2009

A Juan de Yepes

Feliz aquel que “alza el vuelo hasta alcanzar la caza*”
y no le arredran las heridas de las zarzas.
Dichoso el que osa mirar tras de las puertas entornadas
y aguza la mirada en busca del reflejo
de la luz más diáfana y más clara.
Bendito aquel a quien sorprende el día,
“aunque es de noche*”;
que no le paran ni hierros ni cerrojos
que ocultan el sol de las mañanas nuevas.
Que trepa por el gótico de piedra;
una piedra de aristas y de ojivas,
que se torna hoguera y llama,
en busca de la serena sonrisa del arcángel.
Romper la piedra con la fuerza oculta
de un pensamiento que taladra y que descubre
el envés del silencio y de la sombra.
Un silencio que brota de estar solo;
solo consigo en sí y en la conciencia,
transcurriendo
por una sonorosa senda serenada..
Dichoso el que piensa que mira desde afuera,
el que cree distanciarse,
y en el instante mismo se percata
que una fuerza vivaz le va absorbiendo.
Dichosa la cúspide del alma que se pierde
en brazos del azul y la distancia.
Dichosa la paz del Verbo hecho palabra.

*Juan de Yepes.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Un poema de Amparo Gastón (Amparitxu)

Ondiviela nos recuerda que Amparitxu era también poeta y nos pone en un comentario a la entrada del fallecimiento de la compañera de Celaya este poema que transcribimos.:
Celaya, siempre reconoció y agradeció lo que Amparitxu significó en su vida y en su obra."La mujer que lo fué todo para Gabriel Celaya" (nos dicen hoy las crónicas)y efectivamente así fué.
Celaya le dedicó múltiples poemas dentro de su extensa obra, pero ella, aunque en la sombra, tambien era una excelente poeta.De la poeta AMPARO GASTÓN, de su libro A FLOR DE LABIO (publicado en 1972) el poema:
-PRESAGIOS-
.
En la tarde cargada de terribles designios,
inocente de todo, cruza la brisa nueva.
Los árboles confusos, silenciosos y negros
presienten y se callan como si fuese un sueño.
.
Cruza el aire una sombra de eternidad o miedo.
Las fuentes ocultan la cabeza en sus brazos.
Cruzo de prisa el campo calladísimo y solo,
y los pájaros vuelan y escriben lo que ignoro.
.
Quiero huir como sea de este silencio helado,
de este Dios que me manda sin que yo lo comprenda,
envuelto en sus designios, cada vez más eterno,
ignorando mi vida, mi dolor y mi muerte.
.
Descansa en paz, querida Amparitxu.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Muere Amparitxu, compañera y cómplice de Gabriel Celaya

Amparo Gastón vivió con el escritor desde 1946 y publicó con él tres libros de poemas.

Amparo Gastón, quien fuera la compañera, esposa y cómplice del poeta Gabriel Celaya falleció ayer en Madrid. La Diputación guipuzcoana, institución que custodia en propiedad el legado y biblioteca de Celaya, emitió ayer un comunicado expresando su sentimiento y destacando el empeño que Amparitxu -como cariñosamente se la conocía- puso por mantener en el tiempo la memoria del poeta, así como procurar sus ediciones definitivas. Su epitafio debería responder a esa idea, pues es reconocido que sin la existencia de esta mujer ni la vida ni la obra de Celaya hubieran sido lo que son. Entre ambos se trabó un nudo de complicidad y empeño que fue siempre más allá de la relación de pareja.

Leer más... http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20091125/cultura/muere-amparitxu-companera-complice-20091125.html

martes, 24 de noviembre de 2009

PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS

A Rafael Sánchez Ferlosio le ha sido otorgado el Premio Nacional de las Letras Españolas de este año 2.009 por el conjunto de su obra. Enhorabuena.

lunes, 23 de noviembre de 2009

De Carlos Marzal

cojones duros


No bastan las veleidades, las furias y los sueños;
se necesita algo más: cojones duros.
C.P.

El extraño artilugio de un poema
es una imperturbable realidad
que soporta flemática, sin daño,
cualquier definición.
Es una joya
que resplandece en sus palabras justas,
las ágatas pulidas de una lengua.
Un silogismo para concebir
el hecho inconcebible de estar vivo.
Un camarada fiel que cobijamos
y en la noche del alma nos cobija,
Una semicorchea en el concierto
que interpretan los astros infinitos.
Y es una forma rara de aventura
que nos conduce hasta un país insólito:
esa estepa glacial de la emoción.
Para viajar allí, donde el poema,
un escritor requiere algunos víveres:
cierto devoto amor por los difuntos,
cierto olfato verbal, cierto talento,
cierta ebanistería del oficio,
cierto dios sabe qué de inexplicable.
Y en especial tener cojones duros,
para no sentir miedo de perderse,
para el delirio de apostar con fe,
para adentrase solo en tierra extraña,
para el forzoso puerto del fracaso.
Una fuerza moral.
Consiste en eso:
una fuerza moral contra el destino.

Carlos Marzal

Poema de Ángela Figuera

Ondiviela nos dejó este poema en un comentario en la entrada sobre un poema de Victoriano Crémer de este blog. Gracias.
.
Soneto de Ángela Figuera:
AUNQUE LA MIES MAS ALTA DURE UN DÍA
.
He de morir y a muerte me preparo,
dando, a tan poco tiempo, tanta vida
que he de ganar de fijo la partida
y ha de lograr diana mi disparo.
.
Mujer de carne y verso me declaro,
pozo de amor y boca dolorida,
pero he de hacer un trueno de mi herida
que suene aquí y ahora, fuerte y claro.
.
Aquí y ahora estoy. Voy con aquellos
que siembran gozo y pan en la mañana
aunque la mies más alta dure un día.
.
los hombres lloran: Lloraré con ellos;
seré su voz, la luz en su ventana.
Después, no sé. La muerte ya no es mía.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Un poema de Victoriano Crémer

He querido, con esta entrada, dar a conocer la figura de Victoriano Crémer, puesto que no es un poeta de los mas conocidos y sin embargo es un gran poeta

Reseña biográfica
Poeta español nacido en Burgos en 1906.Residió buena parte de su vida en León donde trabajó como tipógrafo y periodista. Siendo un autodidacta sobresalió meritoriamente como poeta y crítico, colaborando en la fundación de la revista Espadaña y en varios programas radiales.Obtuvo el Premio Boscán en 1951 y el Nacional de Poesía en 1963.Entre sus obras se destacan: «Tacto sonoro» 1944, «Las horas perdidas» 1949, «Furia y paloma» 1956 y «El fulgor y la memoria» en 1996.
.
Dulce amor
.
Las cosas suceden así,
sencillamente:
.
Vuelven del trabajo
con sabor de cal viva entre los dientes.
La esposa les contempla con costumbre.
-¿Quién dice amor, si la palabra estalla?-.
.
Y cogen del pan,
como si fuera barro y arena,
un puñado tan sólo.
(Es pan de pobres, desalado y negro
y triste como el silencio de la casa toda.)
.
Y se marchan.
.
(La esposa les oye cerrar la puerta,
pero no dice nada. ¡Está tan cansada!
Prefiere aquella fría soledad
con olor de abandono.
.
Pudiera recordar su juventud y dormir,
pero ¿quién sueña o duerme?
Los pobres no recuerdan;
mueren como las piedras roídas de las murallas.
.
Ellos, en tanto, beben
un agrio vino con sabor de azufre;
y si ríen y gritan y golpean,
es porque -¡Dios, qué vida!-
da rabia beber sin alegría.
.
Acaso entonces lleguen hombres
de esos que velan por la paz de las familias,
y les hablen del dulce amor de las esposas
y del descanso junto al fuego,
escuchando, por la radio, una dulce canción,
mientras los niños buscan en el atlas
países coronados de yedras o corales...
.
Si esto sucede, gritan con más fuerza
y beben más vino agrio con sabor de azufre,
hasta que ya no saben dónde tienen los ojos,
ni por qué les duele el corazón.
.
Les arrojan con prisa.
La calle es larga, y en el firmamento
las estrellas relucen.
.
Regresan a la casa -¡oh dulce hogar!- llorando.
La esposa les contempla con costumbre.-
¿Quién dice amor, si la palabra estalla?-.
.
Victoriano Crémer

sábado, 21 de noviembre de 2009

A banderada




"Realizarse no es un juego de palabras"

Blas de Otero

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Despedida. Sergio Oiarzabal

Con este poema Sergio Oiarzabal decide despedirse de nosotros. Esperemos que regrese pronto. Gracias por tu poesía.
.
EL VUELO DEL EROTISMO ENSOMBREZCA MI PALABRA
(Oda a la Mujer de Magia)
.
A Mirella
.
Voy a comerte el beso, el cuello crecido de juncos que atardecen, los pechos orgullosos a la vida, los arroyos de tus muslos deslizados, el fruto de tu sexo irresistible, voy a comerte como nunca, si no, no me lo perdonaría.
Eres la vuelta al hogar que nunca tuve, se mueven tus caderas al impulso de las olas, y todo lo que tocas se vuelve insomne de repente, y todo lo que dices son semillas que florecen al momento, de ciudades hechizadas cuando te diriges desnuda al torreón de luna llena.
La naturaleza te idealiza al compás del segundero, y ni la palabra puede conciliar el sueño si no duerme bajo el cielo etrusco de tu boca.
Bésame en los labios de la palabra, así, con tus labios sonido de ultramar, que después será más poderosa, y que siembre en las hojas una sombra de ecos que va y viene, desde mi aliento de expósito niño a las cavernas con pinturas rupestres del universo.
Un valle de ninfas se tumba en la inquieta provincia de tus talones, una cascada de nubes se vierte desde tu nuca precolombina a través de tu espalda conquistada de oasis y espejismos; la comitiva de las hormigas voladoras es mayor en los espejos de tus uñas, tu piel es la piel de la alborada, la piel de la manzana de Eva, la piel del melocotón rojizo, la piel de la cereza rusa, la corteza de todo lo que es recién nacido, y las huellas de tus pasos en las nevadas de los augurios huelen a sinfonía, a estrella y a marisma, a fuego de hace siglos, a savia que se extiende, a fe improrrogable, a voz acogedora, a tiempo en fin que se hace eterno, eterno, tan eterno como pentagrama de arcoiris.
Enloquéceme de nuevo, que ya no está despierta la serpiente abrasadora que mi corazón contigo montada encima antes recorría, que ya no sudo a las noches luciérnagas y más luciérnagas para conversar tembloroso con las estrellas, que ya no hallo a las mañanas al pie de mi lecho las orillas medievales del silencio más anciano; oh Mujer alada de plumas luminosas, ay Mujer mezzosoprano de la ópera del sueño, oh Mujer que ocultas tras tus ojos embrujados el único dragón que te vuela más allá del mundo, enloquéceme, ¡ay! ¡enloquéceme!, pero enloquéceme de nuevo.

L´Albatros. Charles Baudelaire.

Souvent, pour s'amuser, les hommes d'équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

A peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l'azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons traîner à côté d'eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu'il est comique et laid!
L'un agace son bec avec un brûle-gueule,
L'autre mime, en boitant, l'infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher.

El albatros

Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío surcando los amargos abismos.

Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeador inválido!

El Poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.


Versión de Antonio Martínez Sarrión

martes, 17 de noviembre de 2009

Un poema de Ezra Pound

Ondiviela nos colocó este comentario en la entrada de Antonio Colinas
Me tomo la libertad de transcribir un poema del gran EZRA POUND.Su título:

ENCARGO
.
Id, canciones mías,al solitario y al insatisfecho,
id también al desquiciado, al esclavo de las
convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores,
id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.
.
Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los que no tienen
imaginación,
hablad contra las ataduras,
.
id a la burguesa que se está muriendo de tédio,
id a las mujeres de los barrios residenciales,
id a las repugnantemente casadas,
id a aquellas cuyo fracaso está oculto,
id a las emparejadas sin fortuna,
id a la esposa comprada,
id a la mujer comprometida.
.
Id a los que tienen una lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados,
id como una plaga contra el aburrimiento del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad los sutiles cordones,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.
.
Id de manera amistosa,
id con pàlabras sinceras,
ansiad el hallazgo de males nuevos un nuevo bien,
oponeos a todas las formas de opresión,
id a quiene la mediana edad a cebado,
a los que han perdiodo el interés.
.
Id a los adolescente a quienes les asfixia la familia...
¡Oh que triste resulta
ver tres generaciones reunidas bajo un mismo techo!
Es como un árbol viejo con retoños
y con algunas ramas podridas y cayéndose.
.
Salid y desafiad la opinión.
Id contra este cautiverio vegetal de la sangre.
Id contra todas las clases de manos muertas.
.
Ezra Pound.

Poema de Antonio Molina

La palabra
Chuang Tzu
"La codicia nos hace cosa

entre las cosas"
.

Morir entre la gente
solitario, perdido,
desventado, en silencio.
La nada le envuelve.
El viento le reclama.
No es posible la vida
si falta la palabra.
La palabra. Las palabras.
Los versos. El amor.
La esperanza.
Que nunca nos abandone
debemos encontrarla.
Es difícil seguirla.
Es difícil encontrarla.
Pero cuando la encuentras
es para no dejarla.
Como el amante fiel.
Te envuelve su querer
El amor…
Las palabras… con palabras.
.
molina

lunes, 16 de noviembre de 2009

Ampollas que respirar

AMPOLLAS QUE RESPIRAR
(Arrodillado lo Imposible)
.

no preguntadme nada
nací mudo como la espalda de tantas paredes pecosas por fusilamientos
pues no se sale del infierno por la puerta de atrás donde brillan los 2 espejos
qué sombrío eco en el abandonado pozo
qué copa de viento en la que cabría toda la lluvia
qué hallazgo saber que cada verso es la venda que momifica su monstruo
ahora que ya he perdido el tren donde viajaba Dulcinea con sus ojos de ceniza
ahora que tendré que esperar 57 años sobre una maleta de lágrimas hasta que amanezca un mañana
ahora que dedicaba al Presidente Bush por la radio Kunta Kinte el himno de Etiopía
no me busquéis esta noche perpetua en la soledad que murmulla los guetos
el abrigo mojado de Larra me sienta mejor
no me busquéis esta noche enganchada a los somníferos la colonia y los anteojos
no me encontraréis
Safo me espera desde hace un siglo en una pensión de la Calle del Perro
aunque mi deseo lama calenturiento pocas palabras en los barrios bajos de Brasil
las agujas del reloj se cubrirán como el león a la tigresa
y darán a luz otra de esas madrugadas en las que el corazón nunca duerme
corazón que no eligió su morada
polizón en todos los pechos desde antes de nacer
en el mercado negro se vende el alma del Papa Juan Pablo II por dos catecismos de cuando Franco
id
id a verlo
pero no os pongáis las gafas de Joyce tampoco las de Brecht jamás las de Quevedo
porque entonces veréis que huele a mierda en cada día del lustre
que hace tiempo que el hombre no debió dejar de ser mono
que ya casi nadie lee sin un bostezo
que los matrimonios se aparean por convenios y horarios e hipotecas
que las chabolas del analfabetismo son fruto del pobrísimo emporio de los que se enriquecen
y que me aten a la pata del camastro de un Basilisco y cierren después la puerta
y arrojen si quieren después las llaves al fondo del mar matarile-rile-rile
si todo esto es cierto
tal que deseo tenerte y amarte mi Reina como si estuvieses prohibida
si todo esto es cierto
en mi respiración más honda que lleva y trae una ola que regresa ya inocente
si todo esto es tan cierto tanto
como que la fe se orina en los pantalones incurables
y si todo
todo esto es cierto o por el contrario también
.
LUZA.

domingo, 15 de noviembre de 2009

De Antonio Colinas. Encuentro con Ezra Pound.

Debes ir una tarde de domingo,
cuando Venecia muere un poco menos.
A pesar de los niños solitarios,
del rosado enfermizo de los muros,
de los jardines ácidos de sombras,
debes ir a buscarle aunque no te hable.
(Olvidarás que el mar hunde a tu espalda
las islas, las iglesias, los palacios,
las cúpulas más bellas de la tierra.
Que no te encante el mar, ni sus sirenas.)
Recuerda: Fondamenta Cabalá.
Hay por allí un vidriero de Murano
y un bar con una música muy dulce.
Pregunta en la pensión llamada Cici
dónde habita aquel hombre que ha llegado
sólo para ver gentes, a Venecia,
aquel americano un poco loco,
erguido y con la barba muy nevada.
Pasa el puente de piedra, verás charcos
llenos de gatos negros y gaviotas.
Allí, junto al canal de aguas muy verdes,
lleno de azahar y frutos corrompidos,
oirás los violines de Vivaldi.
Detente y calla mucho mientras miras.
Ramo Corte Querina: ése es el nombre.
En esa callejuela con macetas,
sin más salida que la de la muerte,
vive Ezra Pound.

Antonio Colinas.

sábado, 14 de noviembre de 2009

A César Vallejo

A mí me dirán
que tengo mil siglos clavados en el alma,
y sin embargo yo sé que soy un libro abierto.
Puede, incluso, que se acerquen
a diseccionarme inútilmente.
A veces me lo han dicho: -¡Llegó la primavera!-
y sólo por que hay un abril adolescente
y una sombra a que acogerse en el sol que más calienta.

Otras veces, los apóstoles del miedo, me asustan y me dicen:
-Al mundo lo están matando entre la angustia y el tedio-
Mientras tanto, yo sólo sé que voy conmigo,
que a ratos soy cobarde, a ratos mortecino;
que sudo en verano y tengo sed;
que moriré en abril, en junio o en domingo,
“una noche en Bilbao con sirimiri”.

Y todos los que van así, con mi mismo tiempo
y mi camino, saben adónde va este triste
y cansado peregrino. ¿O es que acaso
no hay mil siglos clavadosen cada hijo de vecino?
Yo sólo sé que soy un hombre que siente hambre,
que no sabe a ciencia cierta su destino;
que le crecen sarmientos en el alma
y que le explota el tiempo contra el pecho.

Hasta hay quien se pone lírico y me dice:
-Esa armonía, ese silencio que rueda por las cosas...--

¿Y qué me importa a mí, si estoy llorando?

jueves, 12 de noviembre de 2009

Poema para Bilbao

SIRIMIRI LENTO

Llovió tanto en las calles
que se empapó mi ropa.
Parpadeó la noche,
la villa y el neón
diluyeron su luz
sobre la lluvia lenta.
Anduve por andar.
Senté el cansado cuerpo
sobre un banco del parque
sin desear el sol.
Y estando tan mojado,
por sirimiri lento,
sin añorar la luna,
sentí el viejo Bilbao
que me acercó el recuerdo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Nothing like the sun




Sonnet CXXX

My mistress' eyes are nothing like the sun;
Coral is far more red than her lips' red;
If snow be white, why then her breasts are dun;
If hairs be wires, black wires grow on her head.

I have seen roses damask'd, red and white,
But no such roses see I in her cheeks;
And in some perfumes is there more delight
Than in the breath that from my mistress reeks.

I love to hear her speak, yet well I know
That music hath a far more pleasing sound;
I grant I never saw a goddess go;
My mistress, when she walks, treads on the ground:

And yet, by heaven, I think my love as rare
As any she belied with false compare.

William Shakespeare

Recita Alan Rickman.

Musicalización del grupo Reverie.




Los ojos de mi amada nada tienen
del sol, ni del coral su boca el rojo;
la nieve es blanca: oscuros son sus pechos,
y el metal de su pelo es hierro negro.

Rosas vi damasquinas, rojas, blancas,
pero ninguna así vi en sus mejillas,
y hay perfumes que son más agradables
que el aliento que de mi amada exhala.

Me encanta oírla hablar, pero bien sé
que es más dulce el sonido de la música;
confieso que en mi vida vi una diosa:
mi amada, al caminar, pisa la tierra.

Y aún así, cielos, hallo que mi amor
es único, real, incomparable.

Versión de Javier Aguirre Ortiz.

Para leer y escuchar más poemas musicalizados haz clic aquí.

Artículo sobre Francisco Ayala

Nos remite Sergio Oiarzabal un artículo, de su puño y letra, sobre Francisco Ayala, que será publicado en la revista de tirada nacional "ESPACIOS DE CREACIÓN" editada por la Fundación Orbegozo. Es un placer darle cabida en este blog.
.

FRANCISCO AYALA; MÁS DE UN SIGLO DE TINTA Y VOZ
.
Francisco Ayala, Maestro de la narrativa en lengua hispana, llegó a obtener la Candidatura al Premio Nobel de Literatura en diez ocasiones. La lista de sus Premios es casi tan interminable como ingente lo es su producción literaria, que va de la Novela a los Estudios Literarios, no sin dejar de lado el Ensayo. Se nos ha ido un escritor que ha sido testigo de todo un siglo. Se queda para siempre y para todos, el Magisterio de todo un innovador de la narrativa hispana, así como de la narrativa de denuncia tanto de Europa como de América. En estos casos únicamente cabe dar las gracias. Gracias Ayala.
Entre 1927-1930 se suma a la renovación vanguardista, y colabora en La Gaceta Literaria y en la Revista de Occidente, en ese ambiente conocería a Azaña y a Ortega y Gasset. Publicó su primera novela, “Tragicomedia de un hombre sin espíritu” en 1925, también destaca “El boxeador y un ángel” de 1929. Se casa en Berlín con Etelvina Silva. Obtiene la Cátedra de Derecho Político. Nace la que sería su única descendiente, su hija Nina. Colabora como editorialista en el periódico El Sol. Viaja por Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay con su mujer y su hija. Al recibir la noticia del levantamiento militar contra la República, vuelve a España y se pone al servicio del Gobierno legítimo. Después de pasar por Francia, Cuba y Chile, fija su residencia en Buenos Aires. Establece vínculos de amistad con escritores argentinos como Eduardo Mallea, Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Entre 1946 y 1949 publica dos importantes colecciones de relatos, “Los usurpadores” y “La cabeza del cordero”, en los que reflexiona sobre el poder y sobre las causas de la Guerra Civil española. La literatura de Ayala se convierte en una reivindicación de la conciencia individual. Con la muerte de Franco vuelve a fijar su residencia en Madrid. Catedrático de Literatura Española en la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Se publican sus estudios crítico-sociológicos sobre “Cervantes y Quevedo” (1974), y “La novela: Galdós y Unamuno”, también del mismo año. Después de su jubilación en Estados Unidos, y aprovechando la transición española a la democracia, inicia su relación sentimental con la hispanista Carolyn Richmond.
Entre sus libros de narraciones breves destacan “De raptos, violaciones y otras inconveniencias” (1966), que incluye "El rapto", basado en el capítulo LI de la primera parte del Quijote; y “El jardín de las delicias” (1971) por el que obtuvo en 1972 el premio de la Crítica. Entre sus novelas, además de las citadas anteriormente, figuran “Muertes de perro” (1958) y “El fondo del vaso” (1962). Aparece el segundo volumen de “Recuerdos y olvidos”, por el que recibe el Premio Nacional de Literatura en 1983. Ingresa en la Real Academia de la Lengua con un discurso sobre “La Retórica del periodismo”. Inaugura la Cátedra Rey Juan Carlos I en Nueva York, dictando el curso “La imagen de España”, y Recibe la Medalla de Oro de la Ciudad de Granada. Entre 1988 y 1991 se le concede el Premio Nacional de las Letras Españolas, el Premio de las Letras Andaluzas y el Premio Cervantes en 1991. Se publica la tercera entrega de “Recuerdos y olvidos”, y los volúmenes “Las plumas del fénix” (1989) y el ensayo “El escritor en su siglo”, y es que no podemos obviar que su labor crítica y de estudio sociológico constituye una gran ayuda para la comprensión de algunos de los fenómenos sociales y culturales de nuestro tiempo, lo cual ha encumbrado su obra entre las primeras figuras intelectuales de la actualidad; destacan “Historia de la libertad” (1943), “Tecnología y libertad” (1959), “El escritor y su imagen” (1975), “La estructura narrativa” (1970) y “Novela española actual” (1977). El 18 de mayo de 1990, fallece su primera mujer, Etelvina Silva.
El escritor que nunca permitió que se publicase en España nada suyo censurable, dejó escrito: “Quienes por afición y profesión andamos entre libros sabemos demasiado bien cuánto prolifera esa especie”. Como colofón recibiría el Príncipe de Asturias en 1998. Se constituye la Fundación Francisco Ayala que desde 2006 tiene su sede en el Alcázar Genil. Contrae matrimonio con Carolyn Richmond. Se celebran numerosos cursos y congresos dedicados a su obra literaria. Se inaugura la Biblioteca Francisco Ayala en el Instituto Cervantes de Estocolmo. Aparece la edición definitiva de Recuerdos y olvidos. 1906-2006 y la antología de su obra narrativa “De toda la vida”.
Su “Verba Dicendi” se caracteriza por la utilización oraciones largas, cervantino, de estilo ambiguo, sarcástico y desencantado, próximo a Thomas Mann, Aldous Huxley, y Ramón Pérez de Ayala, orientado hacia el realismo crítico, retoma la deshumanización, vuelve a las pasiones, capaz en apariencia de convertir lo difícil en fácil, inteligente e irónico, con una capacidad narrativa pulmonar como pocas, con la que se pone fin al enorme legado que dio no la Generación del 27, sino mejor dicho, por ser este más amplio y heterogéneo, “El Grupo del 27”.
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Sergio Oiarzabal
10-XI-09

martes, 10 de noviembre de 2009

A Vicente Huidobro

Sé que no es bastante romper la cáscara del yo que nos envuelve para enlazar con el cosmos que a todos nos alberga.
Emito seudópodos que exploran el entorno por si hallaran alguna calidez de luz y sólo encuentran desiertos de carámbanos.
La calle es un glaciar inerte, que no para ni muestra el sentido del camino.
Ni rastro de señales luminosas.
Incluso las ventanas a las que me acerco, ofrecen un horizonte cercenado por las rejas.
Está cerrada el ágora y el clima que la envuelve es una tibia linfa que asfixia y adormece.
Momentos de lucidez parecen dar alguna clave y es por ello que persevero y sigo.
Te busco a ti y te digo que tú también, antes del amanecer, buscabas transparencias que mostraran un rincón para el abrigo.
Una isla de intimidad para el contacto.
Un testimonio vivo.
Mas, tú, cierras los ojos y te muestras ausente.


Hoy me siento víctima de un fluir efímero, preñado de metáforas;
me nace un vendaval de imágenes sin hilo, sin Ariadna,
como racimos de ruidos que empañan los silencios.
Hoy me crece la duda incluso de mi mismo,
del ciego-necio filosofar con el que escribo.
Me duele ser un hombre
herido de palabras, sin palabras,
flores de plástico, maniquís de escaparate,
humo en revolución yendo despacio a un Septentrión amargo.
Apenas si amanece y ya me muestro terco perseguidor del invento de la nada.

No sé si sólo soy un verso en carne y hueso,
magro de médula y sustancia,
vespertino crepúsculo de tripas y nostalgias.
Un charlatán que vende abalorios envueltos en papel de crucigramas.

Empoemo las prosas con uvas en agraz,
--sarmientos bravíos en tierra de secano--;
aromo, con versos vestidos de malditos,
las lágrimas vertidas por los jardines públicos.
Visito diccionarios llamados a concilio
desde los aledaños de un prostíbulo;
hago lupanares con tela de arpillera,
burdeles insalubres en época de bullas y miserias.

Aterrado por los últimos temblores
me sumerjo en las sombras,
buscando la senda que conduce
a la Oculta Pagoda.
( Huidobro, desde el fondo de las páginas de un libro,
me mira y se sonroja).

Hoy me siento invadido por palideces de luna
--estañando un sol para los muertos---.
Recorro los arrabales del silencio.
Sostengo la mirada de las máscaras
mientras dentro de mí se van mezclando
los crujidos de espinas en el alma
con los gritos de un dios que ni comprendo ni me entiende.
Un dios ausente me redacta imposiciones o me impreca;
mientras me siento solo en el confín del tiempo,
del otro lado, más allá de la ribera,
en un difícil vado de río que no cesa.

No me quedan anaqueles que cobijen
manuales de naufragios, sopores ni sorpresas.
Y presiento ¡augurios de quimera!
a un Altazor que me aguarda en su dédalo de hiedra,
con gesto mordaz e inapelable.
Sugiere que vuelva atrás por el reloj de las esperas,
para volar con él en su paracaídas, y caer,
precipitadamente, en un lodazal de sangre y ciénaga.
Y he de caminar con él por el sendero oscuro
hacia la más oculta de todas las consciencias.

Elegía por Vicente Aleixander

WELLINGTONIA, Nº 3
(Recital al Mundo sobre el Dragón Políglota)
A Vicente Aleixandre

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La Distorsión está en el Lenguaje mismo
sea cual sea el uso que queramos dar.
Derrida
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Oh niño soñado proveniente de cósmica luz, de sed en los cueros,
te llamo desde una torre en el confín de salvajes conchas sin asueto ni días,
te llamo con la última voz que vive en el desván de las mariposas rojas,
para que vuelvas perfumado de olas a incendiar el espacio con tus constelaciones en calma,
para que vuelvas a desnudar el agua del peso iluminado de tu milagrosa boca de oro,
yo sé que me escuchas con diminutos erizos en tus uñas tras una máscara de perlas,
con corazón de caracolas donde el viento austral se vive en el infinito del nombre que susurra,
con pensamiento atormentado en cada poro por una misma ola de pájaros sin nidos,
cómo no llorarte hermano del delirio que al respirar origina únicas nubes,
cómo el mundo no llorarte para limpiar sus mejillas de cadenas, nanas negras y relojes,
pero cómo no llorarte con vestidito de niña de posguerra, con arrugas de anciano en la camisa,
pues tu voz que abrasa lo que canta es parecida a un buen manojo de ardientes peces,
y tus ojos infantes del escalofrío que esconden una batalla de profundos corales a salvo.
Todo en ti era metal o luz o beso o poso, sí,
algo de eso hizo que el caballo azul y ciego en mi paladar cabalgue
alejándose siempre el éxodo en su misma tierra, de sus límites que atesoran el vértigo,
y cuántas ganas de morir contigo (quiero decir) en el paraíso de tu fértil mano,
para que la niña negra escuche los colores, los besos, las luces, de mi última campana que repica.
Tus ojos eran del color de lo que veías,
ésa la siembra misteriosa de que fueran,
de que fueran naranjas como las melodías de los abanicos perdidos en altamar,
oscuros como el candil en el establo de las agujas a las madrugadas,
profundos como las lágrimas que siembran oraciones duras en la tierra,
y es que me gustas tanto... que no me atrevo a mirarte,
tu belleza domeña en un oasis de pulpas tan transitorio como ligero,
y no me atrevo a mirarte porque tú entre tu niebla de gemidos me harías hermoso,
porque podrían después confundirme para siempre con una escultura griega del s.IV a.C.
Por tus siglos constelan en el cielo encapuchado estrellas y caballitos de mar que te respiran,
a ti gracias el verbo se vistió de dones
y sus danzas y orgías y banquetes son conocidos más allá del tiempo,
a ti gracias no duermen, nunca duermen,
jamás duermen los amantes que fueron enterrados juntos,
todavía se acongojan de preñez los suspiros cuando la palabra alcanza unos labios,
dicen que la mar halló al fin su respuesta en la primera y repetida y única ola,
es en tu lengua de arcoiris Ma Bella Dona donde enterraría yo mi muerte,
pues la amargura destilada sin compasión alguna se enjuague ahora en otras bocas,
porque podría desaparecer el universo tras el número que abrasa la pizarra del beso abandonado,
y el tiempo estalla de amor sus edades y dominios al soñar perpetuo con tu nombre,
ay Ma Bella Dona! tu eco habitado de futuro, tu ser repleto de grandes ojos de profecías.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Un poema de j. arnaiz

CONTRASTE
-ARMONIA SUAVE-
.
Cae la lluvia en Bilbao. Es Invierno.
El sirimiri cala hasta los huesos.
Y a la angustia de los ausentes besos
la empapa el agua leve, cual infierno.
Fue en la hora de ir a los excesos
que, trasegando con el vino eterno
por entre calles de esta villa-averno
e intentando llegar a casa ilesos,
sin casi oírla, todos en la villa,
sentimos una bella melodía.
Dulce armonía de la calle Ercilla.
La interpretan dos almas en la vía
que son del este y, rotas como arcilla,
mendigan por Bilbao día a día .
.
j.arnaiz

Un poema de Antonio Molina

La escultura que no quería ser poeta
Para Mikel Varas
.
Ella no creía que era poeta.
Humildemente se enfrentó a la altura,
miraba al cielo
sin olvidar su raíz terrena.
Escultores, pintores incluso poetas
todos la miraban soñando con ella.
Presumiendo entre ellos, brilla su silueta.
Escritor, la observa, en papel la lleva
ella le devuelve orgullosa y tiesa.
El pintor suspira, explora a la belleza.
El poeta provocado la esculpe,
de pies a cabeza,
la busca y la versa.
Ella, inocente, mira hacia las nubes
que pasan sobre ella
clavada a su tierra
todos la contemplan.
Incrédula, ¡pobre! no se lo creía,
cómo de su cuerpo, la luz le fluía.
El muchacho tierno y comedido
que la sonreía
miraba hacia el cielo,
denodando serena alegría.
.
molina

sábado, 7 de noviembre de 2009

Lázaro.


Lázaro oyó sonar sobre su tumba

la voz majestuosa

del más dulce amigo de la infancia.

Ha días que dormía mansamente

en el seno caliente de la tierra.

Era un sueño apático y sin sueños;

era un estar estando, simplemente;

era una soledad cristalizada;

era un nadar a braza por la nada;

era un vacío hundido en el vacío.

Su amigo le conminó con voz urgente:

¡Álzate, Lázaro, álzate y anda!

Pero Lázaro, ¡ay!, estremecido,

miró en torno a él y, convencido

de que nada sorprendente le esperaba,

se dio la vuelta y continuó dormido.


Octavio Fernández Zotes

viernes, 6 de noviembre de 2009

Elegía. Doliente por Lorca


DOLIENTE POR LORCA, DOLIENTES
(3ª Persona del Primer Pronombre)
Y qué es lo que vas a hacer
Voy a ocultarme en el lenguaje
Y por qué
Tengo miedo
Alejandra Pizarnik
reparo en ti, si ya dulcísima égloga, desde el primer suicidio de mi llanto con la injusta nueva de tu muerte. reparo en ti. en ti. solo en ti.
Amigo solemne, tú gimes todavía en el lirio luminoso sin eclipse,
observan tus ojos bajo tierra la edades desposadas de mis oscuridades,
perpetúas en mi mano de ocho años las naranjas grandes de mi yaya
y entonces mi palabra se me adormece en los labios fugitivos,
por no atreverme a besar tu boca virgen y despertarla de nuevo al universo.
Tan endurecida tu acuosa sombra, que camina encorvado el cielo por el peso afrutado de tus voces
y cuando pasan lista, no me llores garza impensable que me ahogo,
tú no llores cuando pasan lista en los colegios húmedos,
los niños desnudos con chisteras violetas se levantan y te dicen en alto: “Presente”.
Pero cuánto escalofrío tras las máscaras el escuchar tus pisadas de planetas que aún nos acongojan,
cómo enloquezco tu melena brillando en el puerto donde suene el violín de abejas de los sueños,
años de mi lejanísimo reino levantado en las nieblas yo daría por verte,
y si pudieras con tu lengua quemante ser de nuevo el tobogán para las termitas del latir sordo,
y si yo pudiese sacarme el corazón difunto y sembrarlo como una estrella en tu pecho,
me cortaría la mano con la que escribo para que la tuya pusiera sus huevas subterráneas,
te susurraría al oído cientos de mariposas para que en tus ojos volviesen a brillar campanillas,
y me cosería los labios con tus lágrimas para que así nuestros silencios fuesen dos huérfanos hermanos.
Ya te escupieron de Marte tres o cuatro rayos de tez avinagrada, tú no has muerto, ¡escuchas?,
no has muerto hermano mayor de los milagros, tú no has muerto, miles de barcos te esperan
y porque tú no has muerto, y porque donde te abandonaron duermen sus noches los perros persas,
el tiempo te hace renacentista su ofrenda en el mundo
con caracolas estelares, de muslos temblorosos, con tallos florecientes de una herida,
de claveles que amanecen, de siglos pasados que encerrabas en tu mano izquierda al licor nocturno,
de gigantescas campanas, de serpientes que buscan un alma imposible igual igual a la tuya,
para encontrarte en esos dedos de piano, en esas provincias donde no duermen jamás las yemas,
por esa garganta en la que nunca dejó de avivarse la temible orilla de la altura deseada por las barcas,
para encontrarte mi amado, hasta lo imposible, porque ya tú eres un es mío, nuestro, mundo entero.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Un Poema de Cesar Vallejo

Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...
.
Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa.
.
Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...
.
Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la
cabeza...
.
Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete.
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...
.
Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...
.
Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...
.
le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué mas da! Emocionado... Emocionado...
.
5 de noviembre de 2009 1:29
.
Cesar Vallejo

Puesto que de dos modos es la vida

Let´s start over again! from ignacio camaron on Vimeo.



Les dejo un cortometraje de un cineasta bilbaíno afincado en Barcelona, Ignacio Camarón. Poesía de lo cotidiano (poesía sin palabras).

Un poema de Cesar Vallejo

Masa
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Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
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10 de noviembre de 1937
Cesar Vallejo

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Poema de Antonio Molina

Recolección
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Hoy me he levantado me siento satisfecho,
concluida la noche me ha devuelto a la vida.
Estoy agradecido, puedo seguir viviendo,
respiro ilusiones, la alegría por dentro
de poder solazarme con mi poesía
que está en mis adentros, como fiel amiga.
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Ella me comprende, me da su alegría,
sensación de llantos, junto a ríos de agua viva,
cielo desbordante, que hace bella la vida.
Ayer me levanté y saboreé la dicha con luz penetrante
por pequeñas grietas, las que por mi ventana
me cegaban la vista.
.
Ayer me levanté para saborear la vida,
pues hay mucho que plegar,
del campo hay que recoger.
Es grande la cosecha,
mucho que segar
y pocos los segadores
que se aventuren en ella.
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Antonio Molina

homenaje a Victoriano Cremer

Día 11 de noviembre a las 19,30 horas en la Casa de Cultura de Ibaigane, Basauri, la Asociación Artística Victoriano Cremer. Homenaje a Victoriano Crémer.A cargo del grupo, ANTZAR DANTZA TALDEA de Basauri (Bizkaia)Recitara poesia de Victoriano Crémer, Daniela Bartolome Moro. Direccion artística: ERNESTO SANCHEZ.ENTRADA GRATUITA.

SIN SABER DEL CRISTAL MÁS NOMBRE QUE EL TUYO

LA MAÑANA HA COLGADO SU PICARDÍAS EN EL PERCHERO DE LA LUZ
ayer fue un colgador repleto de gotas con jazz que sacudió una ventisca,
y tú me das los buenos días desde las nubes quietas de tu boca,
pero no me cansaría de mirar tus ojos que descubren las campanas de cristal.

Por qué tuviste que llorar la edad de la miel delante de mí,
por qué ríos en tus dedos y por qué luciérnagas bajo tu piel,
por qué esa lejana música en todo cuanto tocas,
por qué serías la jaula de oro que aprisionan los peces,
por qué serías el palacio de espejos que en su barco el día busca,
por qué cuando estás desnuda jamás te vi más vestida de ti misma,
pero por qué tus párpados son cosidos al dormir por hilos de musgo y plata.

¡Ay Deseada! ¡Ay llamas en perlas verdes que abrasan mis labios!
En tu corazón tienes cinco años más de mar que nadie,
porque la diferencia de edad entre lo eterno y tú es solamente una ola,
una vela que lamenta su luz,
una palabra que tiembla en tu voz,
dos sombras que se hacen una a la vez.

martes, 3 de noviembre de 2009

Francisco Ayala

En el día de hoy ha fallecido el escritor FRANCISCO AYALA A LOS 103 AÑOS DE EDAD.
Descanse en paz

Luisa Etxenike Premio Euskadi de Literatura

Luisa Etxenike ha sido galardonada con el Premio Euskadi de Literatura en Castellano 2009, con su novela El Ángulo Ciego.