viernes, 30 de julio de 2010

El Orozko de Blas de Otero

La Fundación que lleva su nombre diseña rutas literarias por la localidad de su familia materna


NACIÓ en Bilbao un 15 de marzo de 1916 y en sus 63 años de vida recaló en ciudades como Madrid y París, recorrió países socialistas como la Unión Soviética y China e incluso residió tres años en Cuba. Todos estos escenarios influyen y aparecen reflejados en la obra poética de Blas de Otero, pero también los rincones, paisajes y recuerdos de la pequeña localidad de Orozko, que da título a uno de sus poemas y que describe en una de sus prosas como "el lánguido valle de mi adolescencia donde la luna derrama una luz compasiva sobre la muerte soñada de mis antepasados".

Allí, a los pies del Gorbea, lugar de origen de su familia materna, pasó momentos inolvidables de paz, descanso e inspiración al amparo de su querida abuela Doña Pepita Sagarminaga en su casa-palacio Ugarte. Ahora, gracias a la iniciativa promovida por la Fundación Blas de Otero, es posible seguir la estela del poeta a través del valle que siempre quería ver y recordar al cerrar los ojos.

"En 2002, se celebró un congreso internacional sobre su obra y figura en Bilbao y, con motivo de este evento, organizamos una visita guiada a los lugares más emblemáticos de su vida en la capital y en Orozko. También se han hecho salidas similares con grupos de estudiantes y este año hemos proyectado rutas turísticas y literarias por estas dos localidades", explica Ibon Arbaiza, miembro de la Fundación.

Ruta literaria

Desde el Ayuntamiento

En el caso de Orozko, el primer alto en el camino es el puente y la plaza del Ayuntamiento por donde el poeta deambulaba "los días de sol y fiesta" y los visitantes se dirigirán después al frontón, puesto que allí disfrutaba de una afición con la que, según sus versos, "tendí, diariamente, los músculos de muchacho". Ibon Arbaiza va más allá al relatar que "incluso hay una fotografía suya jugando a la pelota vestido de negro en señal de luto por la muerte de su padre y también entregando un trofeo a los ganadores de un campeonato".

Otra visita obligada es el río que refleja en sus poemas como "el lugar donde me bañé de niño, piedras rodadas, guijos como anillos, chopos tintineantes, líricos atardeceres amarillos". La ruta se detiene en el panteón familiar del cementerio de San Juan, pero el punto más emblemático es la casa-palacio Ugarte, residencia de sus abuelos maternos José Ramón Muñoz Lambarri y Josefa Sagarminaga Isasi.

El huerto de la abuela que recuerda con "cerezas coloradas, manzanas reinetas, príncipes peras y brevas violeta, con una gran gota de almíbar temblando sobre la yerba", la galería sobre el jardín, la biblioteca del abuelo médico y el dormitorio del poeta son las estancias que el público podrá visitar. En este remanso de paz pasaba largas horas mirando la cima de Santa Marina "ladeándose violeta, la falda de la montaña infantil, de ramas tiernas, helechos, espliegos, yerbas aromáticas, y una gran nube blanca coronándole la cabeza"

lunes, 26 de julio de 2010

Poema de Loli Mena Para Sergio Oiarzabal

HERIDA ABIERTA

(A Sergio Oiarzabal, in aeternum)




Sensibilidad a flor de luna
Erudición de profundos mares
Refulgentes ecos singulares
Generosidad como fortuna
Ilusión al vaivén de las olas
Onírico mar de caracolas

Orgullosa de ti, compañero
Insigne poeta, gran persona
Agasajo humilde, mas sincero
Ramo de versos que te corona
Zortziko dotado de amargura
Amistad con flores de querencia
Busco tu nombre en celeste altura
Adonis de la triste hermosura
Libre eres, mas me duele tu ausencia.

Loli Mena

domingo, 18 de julio de 2010

Zurgai: Cuatro del 27





lA REVISTA ZURGAI DE JUNIO DEL 2010 CON CUATRO GRANDES FIGURAS DEL 27: JUAN LARREA, GERARDO DIEGO, DÁMASO ALONSO Y MIGUEL HERNÁNDEZ.

sábado, 17 de julio de 2010

Nuevo Poemario: "GOBADA O COLADA" de Daniela Bartolomé y Antonio Molina

OCTOPUSY

No me duele mi envidia, que es un punto,
me duele la ajena que es un pulpo,
de ocho brazos estranguladores
que te roban el aire de vivir.

Y vivir, ha de ser de buen talante,
caminos, arroyos, disfrutarlos sin fin
las manos, extendidas, te esperan, agarrándote,
elevando a compaña la aventura de existir.

Este Cosmos es polvo.

Hay quienes polvo cultivan, les crece por
el corazón, les anega las venas, para el pulso
les sedimenta dentro como la sinrazón.

Daniela Bartolomé


YSUPOTVO

Siento tu palpitar corazón apresurado.
Tu dolor mi pulso acelera
estrangula mi cuerpo la dolencia sincera,
de heridas furtivas que por dentro, me ahogan.

Vivirás de los sueños, lo marcan las estrellas,
caminar por veredas, canales gozo de tu cuerpo
tus manos, tus brazos, serán fieles sirenas
aferrándome a ellos salvaré esta patera
me guiarás certera después de la tormenta.

El polvo es condimento que se pega a los labios

Lo transmite codiciando cerca del corazón
Atorando las venas, trepanando sus almas
las convierte en calostro para sobrevivir.

Antonio Molina

jueves, 15 de julio de 2010

El mar nos da su sangre verso a verso

El mar nos da su sangre verso a verso
Se desprende de sí se deshace y desase
En multitud de símbolos que dan
Sus últimos vagidos en la arena
Emprende nuevamente su partida
Va rimando con costas va arrimándose al sol
Cosquillea en las piernas caminantes
Que recorren su soledad salina
No se pregunta por qué sigue y sigue
Como si fuera ayer como si fuera
Mañana o anteayer como si nada
Permanente moviera su memoria
Mueve el mar su palabra incontestable
Y en traje de mendigo se prodiga
Con todos los colores a tu puerta
Vuelve el mar en su traje de domingo
Y acaba por cantarte una canción
Con su esqueleto rubio y dolorido

Concurso de Poesía Victoriano Crémer



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martes, 13 de julio de 2010

El emigrante




“Me voy al norte. Mañana
me voy a ver el Cantábrico,
bravo y verde, a ver el mar
y a descansar en el campo,
junto a una fuente que mana
a la sombra de un castaño.

Me voy porque ya no puedo
vivir sin ver el Cantábrico,
porque el Caribe me cansa,
me aburre el Mediterráneo,
y el mar de China me tiene
totalmente sin cuidado.

Yo quiero mi cielo gris
sobre mi valle velado,
mi mansa lluvia, mis montes
suaves del País Vasco,
y unas palabras de madre
porque vengo muy cansado.”

EL EMIGRANTE, Blas de Otero
Madrid Julio de 1968
recogido en la edición de POEMAS VASCOS

lunes, 12 de julio de 2010

Un poema de Sergio Oiarzabal

NO HAY PORQUE SUBESTIMAR LAS NUBES

BUSCARÉ EN LA PALABRA HASTA ENCONTRARTE
aunque haya de dormir a la intemperie, entre abismos, no me importa,
sé soportar el doloroso hallazgo de cuando una puerta te da la espalda,
en tu alma la llama de los dones hace años que lo ocupa todo,
las sombras están a la espera de ser arañadas por la añoranza,
nunca le importunó lo bastante al camino saber hasta dónde,
al igual que en los pueblos tus besos están llenos de habladurías,
cúantas tardes he comulgado las hostias dulces de tus pechos,
para qué mirar al mar si se ha de naufragar en otra carne,
que deshacer ahora la maleta de una vida sería toda una locura,
y decidido en campanas de cristal sobornaré a la mismísima muerte,
mientras las ninfas alcoholizadas cantan sus cuitas mejor que nunca,
no temo para nada vaciarme por dentro y por dentro llamarte a gritos,
para nada temo cavar mi espíritu del mismo tamaño que el de tu cuerpo,
y para nada desenterrarme vivo donde únicamente caben los dulces años de tu nombre.

Sergio Oiarzabal

sábado, 10 de julio de 2010

Poema de Octavio Fernández Zotes

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos… (Cesare Pavese)
Somos el tiempo que nos queda… (Caballero Bonald)
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol… (Martín Luther King)

SE QUEBRARÁ EL RECUERDO Y TODO SERÁ EN VANO.
Sonarán los clarines de la muerte
en el alcor lejano
y traerá con ella letanías discontinuas
de gritos y llantos.
Lastimeros quejidos que de lejos
clamarán al dios de lo imprevisto.
No esperamos a la muerte tan temprano.
Llega su turno y, asustados,
gritamos que la muerte nos sorprende,
mas ya todo estaba escrito
en la letra pequeña del contrato.

Uno empieza a morir mucho antes de la muerte.
La muerte es una sombra larga
que ronda a nuestro lado imperceptible.

El nombre de la muerte que le damos
a los últimos momentos
no es sino un plazo ya cumplido;
es la inapelable ejecución de una sentencia.

Y sin embargo, esa muerte anunciada,
ese terrible plazo,
hace tiempo que camina con nosotros
un arcano de pétalos y trazos,
un acicate, una búsqueda intensiva,
un permanente trago que apuramos
como si fuera hoy el comienzo
el final del primer día.
La muerte es un fin y es el motivo
si supiéramos gozarlo.

Hay un tiempo preciso que es precioso
para hollar el hielo y dejar huellas
calientes detrás de nuestros pasos.

Pozos profundos que reclaman llantos,
ensenadas cálidas donde encontrar cobijo,
brazos abiertos que esperan a otros brazos,
palabras tiernas con poder balsámico,
sonrisas limpias, lágrimas fecundas,
trigo duro que amolar haciendo harina;
trigo nuevo naciendo en el sembrado.

Octavio Fernández Zotes.

miércoles, 7 de julio de 2010

CON BLAS DE OTERO

"Dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada"

Antonio Machado.


Cada verso en tu mano es una espada
O un remo a contrasombra. Tu carrera
No termina, braceas en la era
Buscando la verdad iluminada.

Luce tu voz de alud, recomenzada
A cada paso, como si no fuera
Sombra el hombre, como si no siguiera
Día tras día halando hacia la nada.

Estás hablando, Blas, callado y fuerte,
Odiando la ominosa hipocresía,
Tendiendo el alma al sol que aún suena y sale.

Estás halando, Blas, contra la muerte,
Restándole a la noche sombra fría,
Olas sangrando en que el amor se instale.







Soneto acróstico
(presentado al pasado concurso de sonetos Blas de Otero 29 de junio)

Un poema de Noris Roberts

A contra luz, te hallé en mis laqueados sueños,
sudoroso, delante de mis ojos

En las manos, el turgente deseo,
no tiene nombre ni palabras
solo el fuego de las miradas

Gota a gota el goce carnal bañaba la morada
y tú, exclamabas

¡He vivido!
¡Estaba sediento!
Déjame al irte el último beso

©Noris Roberts

lunes, 5 de julio de 2010

Nos espera la noche


Cuando el mar recupera su primera palabra
y aún en su sangre enciende canciones de luz nueva,
cuando la juventud nueva sangre revierte
y suena en las raíces el pájaro anunciado,

son las alas sin nubes sobre el campo de hielo,
la huída llameante de una terca paloma,
el milagro del río, su eléctrica corriente,
la torre de esperanza que el hálito congela.

Nos espera la noche de la que no volvemos,
pero nos contentamos con palabras tranquilas.
Un árbol de luz blanca frente al yerto paisaje.
Ya sin cuándo ni cómo, mi alma no se contenta.







Escucha aquí Talvez:

Despedida a Sergio Oiarzabal de la Asociacón Artística Vizcaína





Sergio Oiarzabal nos fue arrebatado por la muerte avariciosa, el 12 de junio, mientras dormía en su casa de Rekalde, su amado barrio. Tenía 36 años.
El cielo Bilbaíno se volvió plomizo y decretó su duelo: cuatro días de llanto inconsolable, ininterrumpido, mientras su larga melena de ría queda rugía con furia desgarrada.
Bilbao se volvió gris como el corazón de quienes hemos tenido la fortuna de conocerlo. La incredulidad, la rabia y el dolor se fundían en un desgarro irreparable, y una gran marea humana se congregó en la iglesia de Rekalde para brindarle un emocionado adiós mientras sus versos nos recordaban: No finaliza el viaje. No. Yo nazco, nací, yo nazco en la palabra. Ella es el carmín rojo de los deseos.

Era miembro de la Asociación Artística Vizcaína, en la que participaba activamente.
Las conferencias “Principales movimientos poéticos desde el renacimiento hasta nuestros días” y en homenaje a Miguel Hernández “Revisión de su obra poética” así como la presentación de su poemario Delicatessen Underground (Bilbao ametsak), han sido algunas de sus más recientes intervenciones.
Nuestro dolor se une al de su familia y amigos y se hace universal en el corazón de quienes aman la poesía, porque la pérdida de Sergio nos priva de un genio de la palabra. Era un poeta mayúsculo, un creador irrepetible, con voz propia, que nos ha regalado poemas excelsos, vitales, arrebatados, donde la luz y la belleza de sus imágenes incomparables, nos sumergen en lo más sublime del amor cósmico, lidiando siempre con el desgarro del dolor, la soledad, la muerte y con su amado Bilbao al fondo de casi toda su obra. Escribía ante todo por placer, quizás porque en esa parcela se sentía libre, seguro, y daba rienda suelta a esa energía vital que a borbotones de creatividad y genialidad brotaba de su alma y se plasmaba en su poesía.
La personalidad de su obra, le coloca en el colofón más alto de los poetas de su generación, adjudicándole por mérito propio, un lugar entre los inmortales, pues su obra será conocida y degustada por generaciones venideras.

Sergio era Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto, Bilbao. Profesor de Lengua y Literatura Española en Enseñanza Secundaria y Universidad.
Colaborador en medios de comunicación y revistas especializadas de cultura, ocio y literatura.
Autor de los libros: Delicatessen Underground (Bilbao Ametsak). Madrid: Masmédula Ediciones. 2008.
Flammis Acribus Addictis. Colección Poesía. Alicante: Instituto Alicantino de Cultura, Juan Gil-Albert, y Diputación Provincial de Alicante. 2005.Su obra fue reconocida con numerosos premios, entre ellos:
Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández. Por la obra “Flammis Acribus Addictis” (2003).
· Mención extraordinaria en el I Concurso Mundial de Poesía Erótica, Casa del Poeta Peruano, Lima, Perú. 2008.
· Finalista del Premio Nacional Obra Social Caja Madrid, La Voz + Joven. 2008.
· Premio Universidad de Deusto, Bilbao. Por fragmentos de las obras “Por Mucho que Quiera el Misterio” (2000); “Al Dictado de una Insurrección” (2001); y “Flammis Acribus Addictis” (2002).
· Premio Universidad de Deusto, Donostia-San Sebastián. En 1999; y en 2001 por la obra “Al Dictado de una Insurrección”.
· Premio Iparragirre por las obras “Prohibido” (1995) y “Camaleón” (1999, Ex-aequo); y por fragmentos de la obra “Por Mucho que Quiera el Misterio” (2001).
· Premio Asociación Artística Vizcaína, Bilbao. 1996, y 1997.

Colaborador activo de la PLATAFORMA 29 DE JUNIO en pro de la memoria del poeta Blas de Otero, con el objeto de la materialización, 30 años después de su muerte, de una edición de sus Obras Completas, así como una biografía del mismo.

En su blog se está recibiendo una marea imparable de poemas, testimonios de admiración y cariño, así como un creciente impulso para reivindicar el reconocimiento oficial a la categoría de su obra, que le coloca, cuando menos, a la altura de los más grandes de nuestra ciudad. Movimiento al que nos adherimos efusivamente.


Blogs, poemas, artículos publicados en diversos medios de comunicación, etc. dan fe de su relevancia humana y poética.

No te has ido, Sergio, vives en la palabra que generosamente nos has regalado, ahí te encontraremos siempre, recreando la verdadera dimensión de tu alma.


HASTA SIEMPRE COMPAÑERO.

Sergio In Memorian

Va por ti
escrito por Santi




Para Sergio, la familia era lo primero y lo último: cada dos por tres estaba hablando de su madre Bego, de su padre ferroviario, de sus hermanos Pedro y Agustín, de los que estaba tan orgulloso. Después, los amigos. La capacidad descomunal que tenía Txiki para hacer amigos, para hacerse querer. Nunca estaba solo, y siempre tenía cosas de que hablar, con cualquier persona. Conmigo solía hablar de literatura, de fútbol, de mujeres, del futuro. Estaba enamorado de Bilbao y de sus símbolos: el Athletic, la Ría, Doctor Deseo, si me apuras hasta la Amatxu de Begoña. Le gustaba la comida china, en especial los calamares picantes y la salsa de soja, con la que chorreaba los platos. Quiero recordar sobre todo su risa: una risa explosiva y contagiosa, sin sarcasmo.
Le gustaba mucho la música. Cuando salíamos de fiesta, siempre estaba dedicando canciones a sus amigos. Sabía especialmente de rock español, y de “rock radical vasco”: Extremoduro, Platero, Leño, Eskorbuto, Exkixu, La Polla… Podía decirte en qué año se publicó tal disco, o en cuál estaba esta otra canción. También le gustaban el soul y el blues. Siempre que podía, cogía una armónica para acompañar una canción. Su versión de “Angie”, de los Rolling, con Jaime a la guitarra, en un autobús volviendo de Plencia, fue legendaria. De música clásica quería aprender; era, sobre todo, un apasionado del Requiem de Mozart, de donde sacó el título para uno de sus libros.
Era un poeta brutal, eso ya lo saben todos los que lo conocen. Su poesía está llena de tensión, de belleza, de una capacidad inacabable para sorprender, y de amor, aunque la palabra suene cursi. Sus poemas solían contener largas enumeraciones y acumulaciones de metáforas, en las que el mar, la luna, el cielo o los pájaros eran visitantes habituales. Era un excepcional poeta érotico, en todos los sentidos de la palabra. También tenía vocación de dramaturgo: en teoría, se proclamaba admirador de Artaud; en la práctica, era un surrealista desbocado.
No recuerdo con mucha exactitud la última vez que nos vimos, aunque supongo que, como siempre, nos despediríamos con un par de besos (sí, no le daba vergüenza dar dos besos a sus amigos) y un buen apretón de manos, de esos que daba él, que casi te rompían los nudillos. Puedo imaginar que, como otras veces, me giré un poco después para un último saludo de despedida, y que él levanto el puño izquierdo al aire, sonriendo mientras se montaba en el 72. Es posible que no fuese así, pero es así como decido recordarlo.
Y ahora el mundo es más oscuro, pequeño y silencioso, y en Bilbao no deja de llover. Va por ti, Txiki.

Un poema de Saramago

En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches,
mañanas y madrugadas en que no necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra
en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.

Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos.
Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres,
con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable,
porque mordió el alma hasta sus huesos.

Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Cada uno de nosotros es en este momento la vida.
Que eso nos baste.

José Saramago.

Na ilha por vezes habitada, "Provavelmente alegria", 1985

sábado, 3 de julio de 2010

Talvez


Ahora se aviene ya el silencio: suena
la mar calmada de los versos solos,
la luz que nace en donde nada dice,
la música caudal de la ventura.

Ya la mirada nada teme: sabe
la soledad que tiene un otro nombre,
las olas alumbrando noches nuevas,
el fulgor necesario de la duda.

Ya la palabra nada vale: vive
del aire que, callado, no lastima,
de la hierba tal vez recién cortada,
de la nube que brilla en su talvez.

jueves, 1 de julio de 2010

Sublimación Del Ser (Cuna de espumas antepasadas)

Sayenco - Homenaje a Sergio Oiarzabal

A modo de pequeño homenaje póstumo a Sergio Oiarzabal, la revista Sayenco incluye tres poemas suyos, uno de ellos inédito, que él mismo envió para la revista.





SAYENCOIARZABAL

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