jueves, 10 de junio de 2010

Sonrojo

"siempre la sangre, oh Dios, fue colorada"
Blas de Otero


Mi corazón no tiene desperdicio:
unas veces se afana, otras se enoja;
busca el hálito azul de cada hoja,
busca en cada palabra un precipicio;

mi corazón busca el menor indicio
para recuperar su sangre roja,
por que cada palabra que le escoja
le lleve hacia la luz de un nuevo inicio;

mi corazón está fuera de quicio,
son un árbol de sangre mis pulmones,
otro país su despertar aloja;

mi corazón, la sombra que acaricio,
tiene múltiples ramificaciones,
sólo con otra sangre se sonroja.

2 comentarios:

Oiarzabal dijo...

Grande Javi, grande.

sayenco.es.tl dijo...

Mila esker, kamarada.