"siempre la sangre, oh Dios, fue colorada"
Blas de Otero
Mi corazón no tiene desperdicio:
unas veces se afana, otras se enoja;
busca el hálito azul de cada hoja,
busca en cada palabra un precipicio;
mi corazón busca el menor indicio
para recuperar su sangre roja,
por que cada palabra que le escoja
le lleve hacia la luz de un nuevo inicio;
mi corazón está fuera de quicio,
son un árbol de sangre mis pulmones,
otro país su despertar aloja;
mi corazón, la sombra que acaricio,
tiene múltiples ramificaciones,
sólo con otra sangre se sonroja.
2 comentarios:
Grande Javi, grande.
Mila esker, kamarada.
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