Quiero verte como el sol cada día te busca,
que en mis ojos brillen los prados, suenen los trinos,
bruñir cada noche mi cuerpo cuando me miras,
contemplar que el mundo sin tu sombra se confunde,
pierde el camino.
Quiero olerte segada hierba, pan recién hecho
de magias, misterios, moradas que maravillas,
ser el viento que exhausto con tu aroma te nombra,
respirar el mundo que sin tu esencia se opaca,
se vuelve arcilla.
Quiero tocarte como no halla final un río,
hundirme en tu mar que acuna en su nana tesoros,
ser el musgo en todas las piedras de tu memoria,
notar que el mundo sin tu latido se entristece,
está más solo.
Quiero saborearte como al dulce infinito,
lamer mis labios de azul siempre que te recuerde,
ser el paladar de oro que donde estés se encienda,
degustar el mundo que sin tu sal se hace nada,
está más verde.
Quiero escucharte como espera el bosque la lluvia,
como a tus pasos despiertan a veces los muertos,
ser nido donde duerme tu voz sin horizonte,
oír que el mundo sin tu música se hace mudo,
es menos cierto.
3 comentarios:
¡¡Guauu!!
¿Puedo incluirlo en Sayenco? Me parece mejor para la revista. ¿Was denkst du?
"oír que el mundo sin tu música se hace mudo, es menos cierto"...asi es como nos sentimos todos sin Sergio...No te olvidamos. Atento, cariñoso, un gran poeta, muy humano. Te echamos de menos.
Te mereces un gran homenaje. No pararemos hasta conseguirlo.
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