martes, 29 de junio de 2010

SACRO

HE VUELTO A BEBER DE LECHE AGRIA
ya no puedo recordar mi nombre ni la suya sombra que oscurece un mundo,
ya mi dolor y cielo ciegan con dagas al rojo de igual manera,
no tendré para mi voz otros barrotes que los de una celda de cristal impío,
no volveré la vista atrás porque una voz me guía hacia tesoros y arenales,
no querré otra espada que no temple atardecer en sangre de inviernos
fuera de lugar;
ya hace mucho que me conocí, atadme en corto
y aún así mis palabras huirán escurridizas sin captura posible,
tan solamente para asesinar de pronto tiempo inesperado sin salida fácil.

Pero qué próxima muerte que a todos congrega, que ama a todos
y hace longevos de añoranzas los corazones,
pero cuánto esfuerzo para ponerse en pie y desnudo en mitad de la
desgana grandes hojas pasajeras,
destinadas flores abiertas que muestran en su colorido aroma lo que
somos tristes.

Nadie se extrañe si me convierto en mar cuando la mar convoque su llegada,
nadie reniegue de lo que fue aunque por desgracia los huesos estén por
dentro con paciencia,
y nadie sepa que yo soy las extensas redes, nadie sepa qué soy, nadie,
ni la desapercibida sombra que sobrevuela bosque, piedra, cascada,
nube, raíz de cada inhóspita letra.


Sergio Oiarzabal, Flammis acribus addictis.




OBITUARIO DE SERGIO OIARZABAL EN ELPAIS.COM




Blog bilingüe catalán-castellano que dedica una entrada a Sergio.

4 comentarios:

Carmen dijo...

Tremendo poema...he vuelto a reeler el libro de Flammis acribus addictis y es realamante muy solido.
Gracias por postearlo Javier

Anónimo dijo...

http://ivanyelterrible.wordpress.com/2010/06/29/pequena-elegia/

Ondiviela dijo...

Te lo dije Sergio; Tus poemas son para leer y releer y releer, sumergiéndonos insaciables en la mágia de tu palabra.

Jorge dijo...

Poema desgarrador como la ausencia de Sergio. El tiempo nos acerca a la figura de Sergio como uno de los grandes poetas. Ahora que no esta tengo un millon de preguntas que me hubiera gustado hacerle...Que injusta es la muerte.