miércoles, 23 de junio de 2010

Poema para Sergio Oiarzabal

Recuerdo y despedida de Sergio Oiarzabal

AGUR AMIGO


El viento me trajo tu voz, el grito,
cabalgando sobre un animal para mí desconocido;
atravesó el bosque sin mirar a ningún lado,
tus lágrimas pendían de las hojas,
allí hacían nido;
las ramas, como garfios, abrían luz entre las nubes
buscando compañía, oídos atentos, la cercanía
de un Dios inmortal que te escuchara.

El mar, con su trompeta de siglos, me acercó
tu despedida, tu adiós viajando en una tabla
sobre olas en pos del infinito, sobre la espuma,
en los bucles dorados, verdes, irisados, azules
como el oro de los días.

Te soñé viajando por el aire, como un enorme
albatros, con delfines a los lados,
un bosque de amapolas en las alas y los ojos
por la ilusión llenos de lágrimas dulces,
sin la sal de cada día, lúcidos, sin el cansancio
de los años de pelea, de inciertas y abismales
noches de estrelladas soledades y de dolor,
de oscuras estancias, negras como grutas
sin salida, sin aire limpio, sin una voz
al fondo amiga.

No me viste, veloz como emprendías,
mas agité el aire con mis manos,
te lancé un recuerdo, el abrazo de aquel día,
mi dolor en una lágrima contenido, mi respeto,
mi amor amigo;
y te pensé en el banquete con un anillo
de oro blanco en uno de tus dedos,
y la túnica blanca que querías,
y los zapatos nuevos.



Los pájaros dejaron sobre mí guirnaldas
de tus versos, y escuché el concierto
que guardabas en tus dedos, la orquesta
escondida en tus palabras, el murmullo
de tu verbo.

Una nube de hadas blancas, de violines
de lluvia, de caballos indomables, de toros
bravos, de barquitos de papel, de elefantes
de trapo, de corales, de niñas traviesas
en columpios de humo y de pequeños panes
blancos, clausuró el infinito y me quedé
mirando al cielo, solo, ya si ti, amigo,
besando los verdes labios de tu tiempo
que se ha ido.

Agur amigo.


Carlos “Launaz”

3 comentarios:

Fernan dijo...

Sentido poema. Muy bonito. Sergio se hubiera sentido muy orgulloso de todos estos tan emotivos poemas en su honor.
Son todos una gran prueba de lo mucho que supuso en nuestras vidas.

Ondiviela dijo...

Ya ves Sergio, cuanto habías calado entre nosotr@s como persona y como poeta.
Tu ausencia nos duele en el alma.
Ya estás junto a los GRANDES, por encima de pesadumbres mortales.
Seguiremos contigo, hoy y siempre.

Marian dijo...

Aqui continuamos. Te queremos.