jueves, 22 de abril de 2010

REGRESIÓN

Procedo de una tierra donde los poetas son asesinados y mueren en mazmorras de torres olvidadas o se suicidan, simbología última, esforzada mañana que condena al mundo irremediablemente. Alejandría... qué importa que perdieras tu memoria.

Hay nubes que se llevan las luces últimas del día hasta dejar de arder sobre otros besos, ya me dejan solo ahora, he de lamer a oscuras la vieja sangre de todas mis heridas. Mil manadas de lobos a punto de arremeter desde mis dominios; y cordilleras de niebla, y minas abandonadas, y guaridas de espuma. Me guía el sonido de los pesados portones que se van cerrando. El último latido es preferible para mí. En mis sueños quiere brotar una planta de flor de pascua, traspasar sus lindes, esa piel ungida, hasta las horas en que en los rincones de una fortaleza se enciendan las hogueras, y abrirse, dejarse marchitar en la plena soledad de otros aires. Es preferible para mí el último latido.

Este beso es ciego y sobre tus labios, más duro de arrancar que la palabra escrita, hunde en el infierno, en el tiempo, en el ser, un último tesoro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Apreciado, Sergio:

Ya sabemos que siempre están los olvidados mas el camino está en manos de quien no para en estas cosas.
Adelante, amigo. Mi apoyo lo tienes como te demostré en el Taller poesia i llengua:

http://taller-de-autor-estel-julia.blogspot.com/

Mira adelante, te espera un futuro que ni imaginas...

Un abrazo,

Estel J.

Oiarzabal dijo...

Tu apoyo como el de tantos, me empuja a seguir creciendo. Gracias Compañera.