domingo, 18 de abril de 2010

Antología vasco-cubana a la vista



Viaja ya a Cuba, donde saldrá impresa, la primera antología que junta a los poetas de la Galleta del Norte. Pero no estarán solos. Junto a ellos, poetas holguineros tienden un puente del Caribe al Cantábrico.

Con el permiso de Miguelángel Zorrilla, prologuista y editor del libro, además de poeta galletero, adelantamos la presentación de la parte vizcaina de la publicación que se nos viene. Y, de paso, avanzamos también uno de los poemas de Josu Montero que habitan el libro.







PRÓLOGO VIZCAINO

SOBRE LOS INICIOS, CARÁCTER, DESARROLLO Y CONCURRENCIA DEL TALLER LITERARIO LA GALLETA DEL NORTE



El Taller Literario La Galleta del Norte surgió a finales de 1983 en la antigua Casa de Cultura de Barakaldo de la calle Juntas Generales. Una convocatoria pública reunió allí a gentes de muy diversa edad y condición con la idea de hacer una reunión semanal para jugar con las palabras, con los textos, con los elementos que potencialmente pueden devenir en literatura... o no, pues tampoco se trataba de iniciar carreras literarias. Era más importante el juego, el acceso a los recursos expresivos del lenguaje, la conquista de la palabra por parte de cualquier ciudadano de la calle. La entrada era libre, sin asistencia obligada, y gratuita: esta explicación se hará ociosa en algunos lugares, pero conviene aclarar que muchos llamados Talleres Literarios son a modo de Academia libre creada por el correspondiente maestro con o sin título, y que implica gastos u honorarios. La Galleta del Norte se parecía más a una asamblea popular, donde asistía quien quisiera, con trabajo de letras por medio. La propia tarea lograba cribar la asistencia.
Porque importa precisar que el Taller no tomó el carácter de una tertulia de cháchara y desgrane sucesivo de recitados de los asistentes, sino que lo de “taller” fue, literalmente, fábrica. No en vano Barakaldo, aunque mucho ha cambiado, aún es llamada la ciudad fabril, pues en tiempos tuvo Altos Hornos que, según la canción, alumbraban a todo Bilbao. En La Galleta se entraba para ponerse a escribir allí mismo en colectivo, según la propuesta de animación que cualquiera podía traer cada día.
Seguramente fue esta actividad in situ la que introdujo en la metodología y carácter del Taller ciertos aires de vanguardia, maneras de los ismos de entreguerras del siglo XX. El propio nombre del Taller se inventó reformando con fuerte ironía la mancheta de La Gaceta del Norte, el periódico más antiguo de la provincia (y también el más conservador picando en rancio), que por aquel tiempo se vio en ruina económica y abocado al cierre. Desde ese bautizo con toque dadá, luego fueron innumerables las referencias, durante las sesiones, a fórmulas de esa índole: “cadáveres exquisitos”, textos escritos a hoja corrida (bautizados en el Taller como “pasa-pasa”), “logo-rallies”, binomios de palabras asociadas, procedimientos oulipianos (restrictivos), reforma y reciclaje de textos ya existentes, invención de autores heterónimos... Sin duda, estas tácticas eran las que más y mejor desarrollaban la creatividad colectiva.

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2 comentarios:

J.Arnaiz dijo...

Me gustaría saber si sabes si aún funciona el taller de "La Galleta del Norte" y que días se reune en Baracaldo y a que horas, si es abierto para todo el mundo y si continúa siendo en ese aula de cultura de la calle Juntas Generales. En fin si puedes colocar información sobre él en el blog. Te estaría agradecido. Gracias.

jagirreo.es.tl dijo...

Después de en el aula de cultura, se reunió en la Librería La Caraba, de Barakaldo, junto a la salida del metro de la calle Gabriel Aresti, decorada por el pintor y poeta visual Paco Aliseda. En una de estas todavía se sigue cociendo algo por allí, si es que aún sigue Feli Pérez manteniendo vivo el fuego galletero.