La mañana es el camisón azul de una muchacha llamada Elvira.
El aire es indiferente y sutil como su mirada de paloma.
La mañana es lo mejor del día, el diamante
que la tarde prende a su dedo,
el reloj de bolsillo de la noche.
Yo estoy contento a la mañana,
como tú al contemplarte en el espejo recién salida del baño.
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