Yo no tengo nombre
Lo busco insaciablemente entre los escombros, bajo las piedras,
hundiendo mis dos manos en las luces
y no lo encuentro,
creo verlo cruzar el pasillo a medianoche como si fuese un fantasma
de otra época
y no lo encuentro,
a menudo siento que me llama desde un torreón confinado en
otra parte
y no lo encuentro,
pongo patas arriba los suntuosos dormitorios del olvido
y no lo encuentro,
registro el mundo las partidas de nacimiento y las defunciones
y no lo encuentro,
por si acaso procediera de un naufragio duermo cerca de las orillas
y no lo encuentro, no, oh no, no lo encuentro
tal vez por que mi nombre espera pronunciarse desde tú que me
amas, desde tus labios
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