lunes, 30 de noviembre de 2009

De Ernestina de Champourcín. Remitida por Ondiviela

-VISIÓN-

Has cruzado los cielos con tu rayo de oro
y has barrido la tierra cubierta de hojarasca.
¡Vendaval de tu paso implacable y seguro,
polvareda tupida que te esconde y ampara!

Algunos te han sentido; quizá los moribundos
y los niños, que miran con nitidez de espada...
Ahora llueve y sabemos que pasaste muy cerca.
La brisa que has alzado se enreda a mi garganta.

Dí, ¿por qué nos rozaste sin nombrarnos siquiera?
¿Temiste que la angustia de la pasión humana
te obligase otra vez a ofrecernos la vida
a darnos nuevamente tu luz crucificada?

Los árboles te vieron: Un dulce escalofrío
recorre todavia el lomo de sus ramas.
Pero has atravesado el mundo sin mirarme...
Dí, ¿por qué me esquivaste cuando yo te esperaba?

Ernestina de Champourcín.

5 comentarios:

Octavio dijo...

Como dice Fernández de la Sota en su extraordinario libro sobre Juan de Larrea, Larrea no salió en la foto de Pepín Bello que consagró a la generación del 27, poque no estaba allí.
A Ernestina le debió pasar lo mismo y es la gran olvidada de esa generación.
Como le ha pasado tanto tiempo a Ángela Figuera con la generación del 50.
Dos vascas que se merecen un lugar más preferente entre los amantes de la poesía.

Ondiviela dijo...

Gracias Octavio por tu reconocimiento a la obra de Ernestina y Ángela.
Como bien dices no han recibido el reconocimiento que sus obras merecen.
Gerardo Diego tuvo la valentía de incluir a la Champourcín en su Antología de 1934, en contra de la opinión de muchos de los integrantes de la Generación del 27. Eso le honra.
Es justo decir que actualmente, revistas poéticas de prestigio como Surgai, y poetas íntegros como tú, no hacen distinciones entre hombre y mujer, y solamente se fijan en el valor de la palabra escrita.¡¡Felicitémonos!
Un fuerte abrazo.

Ondiviela dijo...

Gracias Octavio por tu reconocimiento a la obra de Ernestina y Ángela.
Como bien dices no han recibido el reconocimiento que sus obras merecen.
Gerardo Diego tuvo la valentía de incluir a la Champourcín en su Antología de 1934, en contra de la opinión de muchos de los integrantes de la Generación del 27. Eso le honra.
Es justo decir que actualmente, revistas poéticas de prestigio como Surgai, y poetas íntegros como tú, no hacen distinciones entre hombre y mujer, y solamente se fijan en el valor de la palabra escrita.¡¡Felicitémonos!
Un fuerte abrazo.

Ondiviela dijo...

Errata: Zurgai en lugar de... y Javier, disculpa pero ha salido repetido.

Octavio dijo...

Dice Ondiviela:

"no hacen distinciones entre hombre y mujer, y solamente se fijan en el valor de la palabra escrita.¡¡Felicitémonos!"

Pues sí, mi amiga; ya va siendo hora de que en poesía, como en otras muchas cosas, la diferencia la marque el seso y no el sexo.
Un abrazo.