jueves, 4 de marzo de 2010

Un poema de Antonio Molina

TU MIRADA
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Te miré a los ojos de luz cegadora.
Tus ojos risueños me producen calma.
Ellos delataban tu limpia mirada.
Me colé por ellos como intruso en tu cuerpo,
cándidos, serenos, daban confianza.
Recorrí tu cuerpo, por los meandros de tus venas
me envolví sinuoso con chalupa sin remos.
Y llegue a la puerta donde se bombea
la sangre que riega toda tu existencia.
La encontré entreabierta.
El amor brotaba sonrisa dorada…
Tañido de campana ¡repique añorado…!
Briosos sonidos, retumban de
un corazón limpio que envuelve su alma.
Los sueños… de sueños…
se tejen de amores, querer, añoranzas,
los que vi en tus ojos MUJER encantada
candida, risueña, me alegraba el alma,
mirando tu Luna me envolvía con hilos de plata
La Luna lujosa se oculta, entre rumor de
sábanas… dos negras olivas, como llamaradas.
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antonio

1 comentario:

Mena dijo...

Hola, Antonio, bonito poema.

¡Qué sería de la vida sin su porción de romanticismo!