sábado, 19 de marzo de 2011

han pasado seis meses



Han pasado seis meses
de aquella noche pretérito perfecta
en que me descubriste que pude ser tanto
un niño mendigo en las callejuelas de Sodoma
como el príncipe de una Gomorra rendida a mis pies.
Hoy exactamente, han pasado seis meses.
Un otoño,
un interminable invierno
y demasiadas húmedas madrugadas tóxicas
que quebraron el espejismo de perseguir ángeles
que resultaban no ser como tú.
Pero en este tiempo, las cosas más comunes
han adquirido otro significado muy distinto,
como las señales de tráfico y los semáforos
o entre echar de menos y sentir qué me falta.
El aleteo obsesivo de las moscas
se ha tornado en un lento y pesado planeo
sobrevolando el abandono de un cuarto
en el que tu intangible presencia es lo único animado.
Hace seis meses que parece que todo se detiene,
que camine tan despacio como tú
cuando te contemplé alejándote calle abajo
y tus pasos levitaban sin tocar el suelo.
Me sentí como si después de cometer un crimen
no pudiera huir
y sería incapaz de guardar el secreto
de cuál es la mayor causa de muerte
es esta parte de la ciudad

1 comentario:

Ondiviela dijo...

Subyugante...