THÁNATOS
Hunde tus pasos, ya tus ojos,
en el cieno de la mente cárcel:
premeditadamente anochece.
El tedio tiene peso
del alma en carne viva,
el rojo sangre
que, implacable, da vueltas.
Por esas calles
devastadas,
sórdidas como el óxido
receloso que te rae
las entrañas,
buscas perderte.
Si. La noche
parricida te sonríe.
Lívida sonrisa
que penetras
yo sé buscando qué:
un suelo frío,
un sueño más hondo,
¿el olvido?
Ritxi Póo
3 comentarios:
¡aibalaostia! Yo creía que todos los libros eran para leer.
No, algunos son para quemar.
Ah sí, es verdad. No me acordaba de Fahrenheit 451
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