fhoto by doctor robert
Maldito poeta
Maldito poeta
con aliento de dragón,
mito de animal sufriente y encerrado
que derrites mis sentidos
con tu mirada de niño malo,
como la gotita que se desliza por mi piel
y va encontrando otras gotitas
hasta caer a mayor velocidad
en la tentación de tus labios.
Si no te quiso quien te tuvo que querer
quién te querrá dragón mío,
poeta dormido,
bola de fuego.
No conozco las reglas de tu juego.
Podría estar condenada a perecer,
o a entregarme del todo
y ser tu dueña.
Un hermoso cadáver dueño de otro,
juntos para toda la eternidad
por miedo a estar vivos,
nunca dejarnos matar.
Me miras como si desearas pedirme perdón
mientras yo alagada pienso “no hay de que…”
Poeta maldito, que derrites mis sentidos
con tu mirada de niño malo
al que me arrepiento
de dejar marchar de madrugada.
¡ No puedes abandonar ahora!,
no puedes levantarte de la mesa
hasta no haber perdido hasta la camisa,
o mejor aún: deberías perder la piel
que es lo que más te pesa
porque cuando te contemplo desnudo
es como si vistieras harapos.
Tampoco mi piel es mía,
es la de un lagarto que nunca la muda
y que te observa inmóvil como a una presa,
acechándote mientras duermes,
siguiendo cada paso de tu respiración.
No soportaría que me mintieras.
¿Y qué es la verdad?
No te he visto beber más agua
que la del hielo derretido
con ese miedo tuyo a ganar.
Lanza pues una plegaria
a quien te apresó con semejante disfraz
porque con él no vuelas pedazo de bobalicón,
reptil de taberna
verde como la cerveza,
manzana del paraíso
que aúlla como un lobo a la luna
para recordar lo que nunca fue.
Y sin embargo cuando recorro
tus vértices con mis caricias
encuentro archipiélagos de zozobra,
continentes de enigmas
y ojos como profundos océanos
en los que se lee lo que nunca contaras,
poeta maldito
con aliento de dragón,
mito de animal sufriente y encerrado
que derrites mis sentidos
con tu mirada de niño malo.
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