Carta sin despedida
A veces,
mi egoísmo
me llena de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin
remedio,
mi querido
hermano y parigual en la
desgracia.
A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces
a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible
y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme
cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo
nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil
primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como
sigues
siendo,
como serás ya siempre,
mientras te ame
Ángel González
2 comentarios:
No conocia este poema. Gracias Javi.
Otro poema del siempre añorado Ángel.
MUERTE EN EL OLVIDO
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy tambien sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
- oscuro, torpe, malo - el que la habita.
ÁNGEL GONZÁLEZ (ÁSPERO MUNDO)
Para que tu nombre: Ángel González
pesara con su verbo en este suelo
fue necesario un ancho espacio
y demasiado tiempo...
Parafrarseando al Gran A. González; uno de mis padres poéticos...
Gracias por el poema Javitxu! Cómo gusta recordarlo de vez en cuando!
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