martes, 27 de septiembre de 2011

Tengo la misma enfermedad de las hojas en otoño,


que los peces y las algas

habitando la dimension en que no existen espejismos,

la de los tesoros hundidos y los barcos naufragados.

Como todos los enfermos me he vuelto cruel,

como el escorpion al que una rana

ayuda sobre su lomo a cruzar un arroyo.

No me bastan las buenas palabras

ni que me regales un "¿como estas ?"



Si no quieres que te duela saber no preguntes.

Contamino con mi mirada los vasos de leche,

a los niños en el vientre de sus madres

con el humo de mi respiracion

y a ti con las dudas

y mi miedo a dejar de ser inmortal.

Me cuesta tanto volver a amar

y sin embargo sin ti morire

pensando que el amor tiene una deduda conmigo.

3 comentarios:

Octavio dijo...

Como lo que impera en este blog es el silecio (salvo raras excepciones), no quiero pasar por alto este poema, que me parece que es de los mejores que han aparecido es este sitio.
Mis congratulaciones, óscar.

Ondiviela dijo...

Me adhiero a la opinión de Octavio.
Un poema que te "atrapa" del principio al final, con el estilo personal e inconfundible de Oscar.

oscar alberdi sainz dijo...

aparte de mi habitual apatia a comentar los comentarios que se hacen de mis publicaciones, cuando mariangeles me echo la bronca decidi hacerlo y...descubri que no podia por un tema de configuracion que luego me llevo a descubrir que tenia un virus-troyano-hijodesumadre.
gracias octavio por tus palabras, estoy cerrando mi segundo poemario (llevo seis meses armandolo y desarmandolo), no teniendo nada claro pero muy seguro de lo que he escrito. y encima entran nuevos poemas que sigo escribiendo...