lunes, 7 de diciembre de 2009

Música de aldaba. Blanca Sarasua.


Posibles soluciones.

Entra un ego apestando a colonia
y se abanica con sus iniciales,
así que hay dos opciones:
hacer un curso rápido de palafrén censuario
o vacunarse contra la estulticia

B. S.

Cuando uno termina de leer el libro Música de aldaba, de Blanca Sarasua, no puede por menos que sentir como una bocanada de aire fresco que le reconforta y le devuelve la fe en la poesía. Ella ha conquistado la gran dificultad de la sencillez. Sin retóricas apabullantes, sin imágenes truculentas, sin pirotecnias, su “verso fluye de manantial sereno”.
Como las palabras son el vehículo en el que viajan las ideas, cuando las palabras son claras, precisas, exactas, las ideas viajan cómodas y se muestran directas a la vez que profundas. Así ocurre con Blanca Sarasua.
Como la poesía también se escribe desde la envidia, no tengo ningún reparo en admitir que, a mí, cuando aprenda a escribir, me gustaría hacerlo como lo hace Blanca Sarasua.

4 comentarios:

Zodíaco dijo...

Octavio; ¿Siempre tienes que terminar con un chiste?

Ondiviela dijo...

Rubrico totalmente tu opinión sobre la obra de Blanca Sarasua.
Ella representa uno de los valores más relevantes del panorama poético vasco y de la poesía en general.
Disfrutemos en la presentación de:MÚSICA DE ALDABA.
Un saludo

Octavio dijo...

Pués qué quieres que te diga, mi incógnito amigo Zodiaco, es verdad que no me gusta tomarme la vida demasiado en serio pero, en este caso, no se trata de ningún chiste: es algo tan real como la vida misma.

Ondiviela, salvo causas de fuerza mayor, allí estaremos.

Octavio dijo...

Esa tilde que sobra en el "pues", vaya por las que a veces se me olvidan.