miércoles, 23 de mayo de 2012

Un Poema de Javier Arnaiz


Dedicado

A los que piensan por nosotros para que descansen un poco.
                                                            
                                                                    José Javier López



NO DEJÉIS QUE OS QUITEN VUESTRA ALMA

He visto volar gaviotas dentro de la ciudad,
vuelan en grupo sintiéndose libres
como si fuera tiempo de tormenta.
Revolotean por encima de nuestros viejos tejados.
Dictan leyes como sabios de la historia
y nos nombran sin mirarnos y nos dejan solos.
Solos contra ellos, contra la voz que apaga la tormenta
y doblega los sentidos,
solos como secuaces que gastamos más de lo tenido
cuando vivimos con cien monedas prestadas por los vientos
y supimos ser libres, ilimitados...


No dejéis que os hipotequen el alma


es lo único nuestro que nos queda,
lo poco nuestro que nos queda.
Vended la vida, a pocos les interesa, regalad la vida. Es vuestra;

pero no os dejéis quitar el alma.

El alma es la argamasa que construye la morada con otras almas,
la urdimbre que hace el cesto donde llevar lo que es nuestro,
lo que sirve y no pueden ni quitar ni comprar,
porque es intangible; pero presente.

No os dejéis robar el alma.

Juntad vuestra alma con la mía, -tan pequeña-,
y volemos a la par de las gaviotas siendo la tormenta,
haciendo nuestro el rayo y la razón que truena
ante la codicia y la vehemencia de quien nos obliga;
pero, por favor, por la vida, por nosotros...

NO DEJÉIS QUE OS QUITEN VUESTRA ALMA 


J. Arnaiz
 

1 comentario:

Julio dijo...

¡Bien, Javi! No nos dejaremos, pero va a ser doloroso.
Salud.