EN LE PUENTE DEL ALAMILLO
Cuando pasabas el aire
se rizaba de alegría
y el agua se estaba quieta
por ver si te reflejaba.
Por ver tu cara divina
Reina de Andalucía
hasta el balcón de las nubes
las estrellas se acercaban.
Cruzaste el puente llorando
y el río se desbordaba.
Cruzaste como un lucero,
la noche se iluminaba.
Las flores hablaban solas
temblando en la maravilla.
Y los peces asomaban
sus grandes ojos ahumados
para robar tus suspiros
con sus espejos de plata.
Por ver tu cara divina
puso el cielo un diamante
de luz sobre tu mejilla.
Cruzaste el puente soñando
mientras el mar se dormía.
Cruzaste el puente llorando
Reina de Andalucía
y el amor era un velero
con perfiles de agonía
Beñat Arginzoniz
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