En el comentario que hay en la entrada del centenario de Miguel Hernández, un anónimo ha puesto un estribillo de este poema titulado Carta que os lo dejo aqui para que lo leáis en homenaje a Miguel Hernández que aunque se discuta su generación fue el mejor del 27.
Paulino
CARTA
El palomar de las cartas
abre su imposible vuelo
desde las trémulas mesas
donde se apoya el recuerdo,
la gravedad de la ausencia,
el corazón, el silencio.
Oigo un latido de cartas
navegando hacia su centro.
Donde voy, con las mujeres
y con los hombres me encuentro,
malheridos por la ausencia,
desgastados por el tiempo.
Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura,
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.
En un rincón enmudecen
cartas viejas, sobres viejos,
con el color de la edad
sobre la escritura puesto.
Allí perecen las cartas
llenas de estremecimientos.
Allí agoniza la tinta
y desfallecen los pliegos,
y el papel se agujerea
como un breve cementerio
de las pasiones de antes,
de los amores de luego.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré.
Cuando te voy a escribir
se emocionan los tinteros:
los negros tinteros fríos
se ponen rojos y trémulos,
y un claro calor humano
sube desde el fondo negro.
Cuando te voy a escribir,
te van a escribir mis huesos:
te escribo con la imborrable
tinta de mi sentimiento.
Allá va mi carta cálida,
paloma forjada al fuego,
con las dos alas plegadas
y la dirección en medio.
Ave que sólo persigue,
para nido y aire y cielo,
carne, manos, ojos tuyos,
y el espacio de tu aliento.
Y te quedarás desnuda
dentro de tus sentimientos,
sin ropa, para sentirla
del todo contra tu pecho.
Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré.
Ayer se quedó una carta
abandonada y sin dueño,
volando sobre los ojos
de alguien que perdió su cuerpo.
Cartas que se quedan vivas
hablando para los muertos:
papel anhelante, humano,
sin ojos que puedan serlo.
Mientras los colmillos crecen,
cada vez más cerca siento
la leve voz de tu carta
igual que un clamor inmenso.
La recibiré dormido,
si no es posible despierto.
Y mis heridas serán
los derramados tinteros,
las bocas estremecidas
de rememorar tus besos,
y con su inaudita voz
han de repetir: te quiero.
Miguel Hernández
domingo, 31 de octubre de 2010
sábado, 30 de octubre de 2010
Hoy hace 100 años que nació Miguel Hernández
CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO
He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.
Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.
Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.
Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.
Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.
Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.
Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.
Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.
Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.
Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.
Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.
Miguel Hernández
CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO
He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.
Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.
Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.
Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.
Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.
Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.
Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.
Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.
Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.
Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.
Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.
Miguel Hernández
jueves, 28 de octubre de 2010
Un poema de Txema Pinedo
GOTAS POCAS
Agua fresca que refresca,
Tu cariño que no cesa.
Fluye de forma natural,
el agua del manantial.
Necesaria como el beber,
tu sonrisa desprevenida.
Transaparente al caer,
rompe y sigue siendo vida.
Gotas pocas pero unidas,
un ápice de alegría.
Si tu vida es la mia,
siempre vives compartida.
Mareas suben, bajan,
desconcentran.
Hoy por ti,
mañana por mi.
Cuando las cosas se centran,
en hacerte feliz.
Mójame con tus caricias,
manos frias pero ardientes.
Chapuzón del atrevido,
ladrón de besos sin sentido.
Robin Hood del afectivo.
Te robo lo rico,
para darselo a tu ombligo.
El centro de mi mundo.
Trotamundos expresivo,
consentido,
agradecido por sentir,
una forma de vivir,
contigo.
Txema Pinedo
Agua fresca que refresca,
Tu cariño que no cesa.
Fluye de forma natural,
el agua del manantial.
Necesaria como el beber,
tu sonrisa desprevenida.
Transaparente al caer,
rompe y sigue siendo vida.
Gotas pocas pero unidas,
un ápice de alegría.
Si tu vida es la mia,
siempre vives compartida.
Mareas suben, bajan,
desconcentran.
Hoy por ti,
mañana por mi.
Cuando las cosas se centran,
en hacerte feliz.
Mójame con tus caricias,
manos frias pero ardientes.
Chapuzón del atrevido,
ladrón de besos sin sentido.
Robin Hood del afectivo.
Te robo lo rico,
para darselo a tu ombligo.
El centro de mi mundo.
Trotamundos expresivo,
consentido,
agradecido por sentir,
una forma de vivir,
contigo.
Txema Pinedo
martes, 26 de octubre de 2010
NUEVA VELADA DE LAS NOCHES POETICAS
Nueva velada de Noches Poéticas. estas reuniones son de convocatoria libre y abierta a todo aquel que quiera leer sus trabajos, temas ajenos o sólo asistir como oyente. Su carácter es nómada e itinerante ya que cambiamos de bar, de barrio y dentro de nada de municipio. Tenemos otras fechas cerradas, 18 de Noviembre en el Residence Café de la calle Barrainkua, el 1 de Diciembre en el Ambigu de la calle San Vicente y el 17 de Diciembre en el Amor de Madre...Pero de momento os esperamos este viernes....
lunes, 25 de octubre de 2010
José Fernández de la Sota Premio Euskadi de Literatura
José Fernández de la Sota por su libro de Poesía "Vacilación" ha sido galardonado con el Premio Euskadi de literatura 2010 en su modalidad de castellano.
En la modalidad de Euskera del premio Euskadi ha recaído en Fermín Etxegoien por su novela "Autokarabana"
En la modalidad de Euskera del premio Euskadi ha recaído en Fermín Etxegoien por su novela "Autokarabana"
jueves, 21 de octubre de 2010
Conferencia de José Fernández de la Sota
La Asociación Artística Vizcaína Presenta:
Conferencia del escritor José Fernández de la Sota sobre el poeta Juan Larrea.
Lugar: Hotel Barceló Nervión, Campo Volantín, 11 - Bilbao.
Día: Martes, 26 de octubre
Lugar: Hotel Barceló Nervión, Campo Volantín, 11 - Bilbao.
Día: Martes, 26 de octubre
Hora: 19,30
miércoles, 20 de octubre de 2010
"La Casa Roja" Juan Carlos Mestre
LA CASA ROJA
A Carol Dom
Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja. Una casa donde los cardenales negros sacrifican papagayos a la voz del diluvio. El diluvio tiene las barbas blancas como el sauce de la jurisprudencia un domingo de bodas. Los predicadores aman la tempestad y golpean con sus Biblias de nácar la erección de los guardiamarinas. Las familias beben alcohol, se santiguan, recolectan insectos. El niño de la lámina se masturba plácidamente con la transparencia. La rosa de Jericó huele a vainilla. Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja. Una casa cuya ilusión está llena de peces, el pez de San Pedro, la conciencia del delfín encerrada en el aro de la bahía desierta. Lorenzo de Médicis tenía una casa roja, las maniquís de Bizancio tenían una casa roja. Mi corazón es una casa roja con escamas de vidrio, mi corazón es la caseta de los bañistas cuya eternidad es breve como columna de lágrimas. El minotauro hace rodar sus ojos por el acantilado de las estrellas, la herida del anochecer hace su nido en la arena. Yo hablo con alas, yo hablo con humo de lo ardido y lava de diamante. La geometría bebe veneno, en el canto de los pájaros suena la armonía del baile de los muertos. En la casa roja hay una mesa blanca, en la mesa blanca hay una caja de plata con la nada del sábado. La intemperie gime contra los muros, la tristeza gime contra los mármoles. El profeta tuvo una casa de papiro a la orilla del lago, la muchacha del ghetto vivió en la casa de las preguntas. Mi mano izquierda luce un anillo de agua, en el camafeo de la supersticiosa brilla el mercurio de la temperatura. Lo que canto es lumbre, caballos lo que canto contra la aritmética y los números. Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja, una casa bajo el índice del cielo y el negro nenúfar de la amante devota. El muchacho con ojos de ebonita ama la enfermedad y el rubí de los reyes. Las mujeres hermosas sueñan con acuarelas, sueñan con garzas y volúmenes y súbitos prodigios sobre las alfombras de lana. Yo vivo extraviado entre dos rosas de sangre, la que tiñe la calamidad de impaciente belleza, la que tiñe la aurora con su astro eucarístico. Mi voluntad tiene la cólera del orfebre, mi capricho tiene el óxido de una frente de hierro. Nadie cruza los bosques malignos, nadie sobre la yerba de la muerte escucha el desconsolado discurso de las ceremonias asiduas. Yo veo el arco iris, yo veo la patria de los músicos y el olivo de los evangelios. Mi casa es una casa roja bajo la fibra de un rayo, mi casa es la visión y la beldad de una isla. Aquí cabe la gala del mandarín y la escrupulosa usura de las edades antiguas. Esta casa mira al norte hacia las lagunas de helechos, esta casa mira al sudeste azotada por el aliento de los que piden limosna.
Juan Carlos Mestre
A Carol Dom
Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja. Una casa donde los cardenales negros sacrifican papagayos a la voz del diluvio. El diluvio tiene las barbas blancas como el sauce de la jurisprudencia un domingo de bodas. Los predicadores aman la tempestad y golpean con sus Biblias de nácar la erección de los guardiamarinas. Las familias beben alcohol, se santiguan, recolectan insectos. El niño de la lámina se masturba plácidamente con la transparencia. La rosa de Jericó huele a vainilla. Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja. Una casa cuya ilusión está llena de peces, el pez de San Pedro, la conciencia del delfín encerrada en el aro de la bahía desierta. Lorenzo de Médicis tenía una casa roja, las maniquís de Bizancio tenían una casa roja. Mi corazón es una casa roja con escamas de vidrio, mi corazón es la caseta de los bañistas cuya eternidad es breve como columna de lágrimas. El minotauro hace rodar sus ojos por el acantilado de las estrellas, la herida del anochecer hace su nido en la arena. Yo hablo con alas, yo hablo con humo de lo ardido y lava de diamante. La geometría bebe veneno, en el canto de los pájaros suena la armonía del baile de los muertos. En la casa roja hay una mesa blanca, en la mesa blanca hay una caja de plata con la nada del sábado. La intemperie gime contra los muros, la tristeza gime contra los mármoles. El profeta tuvo una casa de papiro a la orilla del lago, la muchacha del ghetto vivió en la casa de las preguntas. Mi mano izquierda luce un anillo de agua, en el camafeo de la supersticiosa brilla el mercurio de la temperatura. Lo que canto es lumbre, caballos lo que canto contra la aritmética y los números. Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja, una casa bajo el índice del cielo y el negro nenúfar de la amante devota. El muchacho con ojos de ebonita ama la enfermedad y el rubí de los reyes. Las mujeres hermosas sueñan con acuarelas, sueñan con garzas y volúmenes y súbitos prodigios sobre las alfombras de lana. Yo vivo extraviado entre dos rosas de sangre, la que tiñe la calamidad de impaciente belleza, la que tiñe la aurora con su astro eucarístico. Mi voluntad tiene la cólera del orfebre, mi capricho tiene el óxido de una frente de hierro. Nadie cruza los bosques malignos, nadie sobre la yerba de la muerte escucha el desconsolado discurso de las ceremonias asiduas. Yo veo el arco iris, yo veo la patria de los músicos y el olivo de los evangelios. Mi casa es una casa roja bajo la fibra de un rayo, mi casa es la visión y la beldad de una isla. Aquí cabe la gala del mandarín y la escrupulosa usura de las edades antiguas. Esta casa mira al norte hacia las lagunas de helechos, esta casa mira al sudeste azotada por el aliento de los que piden limosna.
Juan Carlos Mestre
jueves, 14 de octubre de 2010
el cartero de Dios
Que se borre el sendero con mis huellas
y se extravié ese despreciable cartero,
Mercurio ateo y mercenario que en pos de mi rastro atravesó el sol
de las largas y lumínanoslas tardes de mi infancia
persiguiendo mi rastro caliente implacable hasta hoy día,
pisándome los pasos con el hueco eco
de calabozos cerrando sus puertas con un siniestro golpe tras de mí,
como si en vez de haber vivido
hubiera dedicado toda mi existencia a huir,
como si permanentemente haya habitado en un laberinto de adverbios.
Que pierda sus delgadas y suaves manos
en un milagroso accidente,
como cuando el viento arranca las velas a un barco
o hace desaparecer entre los otoñales montones de hojas
el destino de una constelación
atrapada hasta ahora en un puño cerrado
que se abre dejando caer que la vida fue una pérdida de tiempo.
Que un torbellino lo envuelva y lo desoriente.
Que el vendaval lo ciegue y lo persiga a él
confundiéndolo como la negra premonición
de un coche fúnebre intentando atropellarlo
si toma la decisión errónea de cruzar una calle.
Que Caronte sobornado únicamente con dos monedas falsas
se niegue a guiarlo hasta la orilla
donde me he dejado morir como las ballenas
y no consiga entregarme ese certificado con Dios por remitente,
que a él lo liberé y a mí me pesé más
que una nueva tarea al bueno de Sísifo
El firmamento tiene millones de ojos por los que nos observa,
pero como un ciclope la condenación una única puerta
en la que un rejuvenecido Mefisto me aguarda para solicitarme los papeles
y fingir como si no me oyera preguntar: “¿ Qué cielo hace hoy en el inferno?.
Ningún esforzado Homero narrara mi historia
pues mis sueños no son los de Ulises ni mi alma la de Fausto.
Sin embargo, este ensueño me parece haberlo tenido ya antes.
Era jueves, llovía…
Pero hasta ahora nunca el diablo,
que me hacía reverencias en la puerta como a los buenos clientes,
había tenido mi rostro.
y se extravié ese despreciable cartero,
Mercurio ateo y mercenario que en pos de mi rastro atravesó el sol
de las largas y lumínanoslas tardes de mi infancia
persiguiendo mi rastro caliente implacable hasta hoy día,
pisándome los pasos con el hueco eco
de calabozos cerrando sus puertas con un siniestro golpe tras de mí,
como si en vez de haber vivido
hubiera dedicado toda mi existencia a huir,
como si permanentemente haya habitado en un laberinto de adverbios.
Que pierda sus delgadas y suaves manos
en un milagroso accidente,
como cuando el viento arranca las velas a un barco
o hace desaparecer entre los otoñales montones de hojas
el destino de una constelación
atrapada hasta ahora en un puño cerrado
que se abre dejando caer que la vida fue una pérdida de tiempo.
Que un torbellino lo envuelva y lo desoriente.
Que el vendaval lo ciegue y lo persiga a él
confundiéndolo como la negra premonición
de un coche fúnebre intentando atropellarlo
si toma la decisión errónea de cruzar una calle.
Que Caronte sobornado únicamente con dos monedas falsas
se niegue a guiarlo hasta la orilla
donde me he dejado morir como las ballenas
y no consiga entregarme ese certificado con Dios por remitente,
que a él lo liberé y a mí me pesé más
que una nueva tarea al bueno de Sísifo
El firmamento tiene millones de ojos por los que nos observa,
pero como un ciclope la condenación una única puerta
en la que un rejuvenecido Mefisto me aguarda para solicitarme los papeles
y fingir como si no me oyera preguntar: “¿ Qué cielo hace hoy en el inferno?.
Ningún esforzado Homero narrara mi historia
pues mis sueños no son los de Ulises ni mi alma la de Fausto.
Sin embargo, este ensueño me parece haberlo tenido ya antes.
Era jueves, llovía…
Pero hasta ahora nunca el diablo,
que me hacía reverencias en la puerta como a los buenos clientes,
había tenido mi rostro.
miércoles, 13 de octubre de 2010
Se acerca una nueva Sayenco
sayencooct48pp[1]
Aún inacabada y sin pulir, pero que se asome quien quiera. Y quien quiera subir, que avise.
Aún inacabada y sin pulir, pero que se asome quien quiera. Y quien quiera subir, que avise.
Un poema de León Felipe
Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...
León Felipe
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...
León Felipe
sábado, 9 de octubre de 2010
Semana de Poesía en Bilbao
BIBLIOTECA DE BIDEBARRIETA – SEMANA DE LA POESÍA
JUEVES 14 EGUENA 19,30 H.
Hitzaldia
“Gabriel Arestiren poesia”
Hizlaria: Jon Kortazar
Herrezitatzailea : Jose Kruz Gurrutxaga
esta jornada se desarrollará integramente en euskera
VIERNES 15 BARIKUA 19,30 H.
Recital de poesía
Poeta: Juan Carlos Mestre
Poeta: Jorge Riechmann
SABADO 16 ZAPATUA 21,00 H.
Haragizkoa
Olerkaria: Omar Nabarro
Musika: Rafa Rueda eta Jaime Nieto
Irudiak: J.Barrenetxea
Hitzak: Edorta Jimenez
LUNES 18 ASTELEHENA 19,30 H.
“Hojas de Madrid con la galerna”
Blas de Otero
Presentación: José Fernández de la Sota. Poeta
Sabina de la CruzPresidenta de la Fundación
Blas de Otero
Recital:
Udane Goikoetxea – voz
Tiziana Tagliani – Arpa
MARTES 19 ASTEARTEA 19,30 H.
Llegó con tres heridas
Dedicado a Miguel Hernández
Asociación Artística Vizcaína
Recitan: Mª Ángeles Pérez
Roberto Zalbidea
Guitarra: Beatriz Gómez Fernandini
Voces en off: Txemi del Olmo
Mikel Lloret
MIÉRCOLES 20 EGUAZTENA 19,30 H
Recital de Poesía
Poetas: Mercedes Roffé
Valerie Mejer
Miren Agur Meabe
Musica: Melsax
JUEVES 21 EGUENA 19,30 H.
Los destellos de la sangre
Poetas: Pablo González de Langarika
José Fernández de la Sota
Rapsodas: Marina Pérez
Carmen Bereciartua
VIERNES 22 BARIKUA19,30 H.
Otras Miradas
Poetas: Izaskun Gracia Kintana
Ángel Herro
Hasier Larretxea
Isabel Cadenas Cañón
Elena Medel
Musika: Remake
SÁBADO 23 ZAPATUA 19,30 H.
Encuentros
Poetas: Andrés Neuman
Kirmen Uribe
Musica: Ales Larrazabal
21,30 H.
Poético Debut
Poeta: Lucía Camón
Piano: Fran Rubio
DOMINGO 24 IGANDEA 12,00 H.
Entrega de premios
8º Concurso de poesía Infantil
Presenta
Antzezkizuna Guiñol Taldea
DOMINGO 24 IGANDEA 19,30 H.
en BILBOROCK
Versos de fuga y fuego.
Poemas enajenados
Grupo Galatea
SABADO 30 ZAPATUA 20 H.
EN EL TEATRO CAMPOS ELISEOS
Versos Presos – para la libertad
Espectáculo poético
Día del centenario de Miguel Hernández
Entrada 15 euros
JUEVES 14 EGUENA 19,30 H.
Hitzaldia
“Gabriel Arestiren poesia”
Hizlaria: Jon Kortazar
Herrezitatzailea : Jose Kruz Gurrutxaga
esta jornada se desarrollará integramente en euskera
VIERNES 15 BARIKUA 19,30 H.
Recital de poesía
Poeta: Juan Carlos Mestre
Poeta: Jorge Riechmann
SABADO 16 ZAPATUA 21,00 H.
Haragizkoa
Olerkaria: Omar Nabarro
Musika: Rafa Rueda eta Jaime Nieto
Irudiak: J.Barrenetxea
Hitzak: Edorta Jimenez
LUNES 18 ASTELEHENA 19,30 H.
“Hojas de Madrid con la galerna”
Blas de Otero
Presentación: José Fernández de la Sota. Poeta
Sabina de la CruzPresidenta de la Fundación
Blas de Otero
Recital:
Udane Goikoetxea – voz
Tiziana Tagliani – Arpa
MARTES 19 ASTEARTEA 19,30 H.
Llegó con tres heridas
Dedicado a Miguel Hernández
Asociación Artística Vizcaína
Recitan: Mª Ángeles Pérez
Roberto Zalbidea
Guitarra: Beatriz Gómez Fernandini
Voces en off: Txemi del Olmo
Mikel Lloret
MIÉRCOLES 20 EGUAZTENA 19,30 H
Recital de Poesía
Poetas: Mercedes Roffé
Valerie Mejer
Miren Agur Meabe
Musica: Melsax
JUEVES 21 EGUENA 19,30 H.
Los destellos de la sangre
Poetas: Pablo González de Langarika
José Fernández de la Sota
Rapsodas: Marina Pérez
Carmen Bereciartua
VIERNES 22 BARIKUA19,30 H.
Otras Miradas
Poetas: Izaskun Gracia Kintana
Ángel Herro
Hasier Larretxea
Isabel Cadenas Cañón
Elena Medel
Musika: Remake
SÁBADO 23 ZAPATUA 19,30 H.
Encuentros
Poetas: Andrés Neuman
Kirmen Uribe
Musica: Ales Larrazabal
21,30 H.
Poético Debut
Poeta: Lucía Camón
Piano: Fran Rubio
DOMINGO 24 IGANDEA 12,00 H.
Entrega de premios
8º Concurso de poesía Infantil
Presenta
Antzezkizuna Guiñol Taldea
DOMINGO 24 IGANDEA 19,30 H.
en BILBOROCK
Versos de fuga y fuego.
Poemas enajenados
Grupo Galatea
SABADO 30 ZAPATUA 20 H.
EN EL TEATRO CAMPOS ELISEOS
Versos Presos – para la libertad
Espectáculo poético
Día del centenario de Miguel Hernández
Entrada 15 euros
Homenaje a Miguel Hernández
AULA DE CULTURA DE SAN BARTOLOMÉ EN LEIOA
Recita Laureano Jiménez Galán
Acompañamiento musical Iñaki Basabe
Viernes 15 de Octubre a las 19,30 h.
Presentación de la revista Zurgai en Cantabria
La fundación Gerardo Diego presenta el monográfico de la Revista Zurgai de junio del 2010
4 del 27 con JUAN LARREA, GERARDO DIEGO, DÁMASO ALONSO Y MIGUEL HERNÁNDEZ
La presentación estará a cargo de su Director Pablo González de Langarica
Conferencia de José Fernández de la Sota autor de la biografía JUAN LARREA : VERSIÓN CELESTE.
Jueves 14 de Octubre del 2010 a las ocho de la tarde
FUNDACIÓN GERARDO DIEGO Calle Gravina nº 6 Santander
martes, 5 de octubre de 2010
BOSQUE
En este bosque se conserva el día,
Su novísima bruma.
Todo en este lugar está intocado
Por la mano del hombre.
Quisiera comprender ese lenguaje
Que habla el agua a las piedras y a los pájaros,
Que recuerda la arena donde soy.
En estas ruinas edificadoras
Sombras transitan de la noche al aura,
Y mi mirada no adivina dónde
Comienza el corazón, dónde termina.
En esta bruma el corazón se expande,
Pues no conoce límites, y anuncia
De entre las ramas un fulgor nonato
Que la adivinación me determina.
No es mi lenguaje, el de la enredadera,
Sino el musgo, el murmullo del arroyo,
La lanza liberada de la niebla.
No es mi palabra, mi memoria ausente,
Las ráfagas del viento aún enhebrando
El hilo de la luz a mi mirada.
Su novísima bruma.
Todo en este lugar está intocado
Por la mano del hombre.
Quisiera comprender ese lenguaje
Que habla el agua a las piedras y a los pájaros,
Que recuerda la arena donde soy.
En estas ruinas edificadoras
Sombras transitan de la noche al aura,
Y mi mirada no adivina dónde
Comienza el corazón, dónde termina.
En esta bruma el corazón se expande,
Pues no conoce límites, y anuncia
De entre las ramas un fulgor nonato
Que la adivinación me determina.
No es mi lenguaje, el de la enredadera,
Sino el musgo, el murmullo del arroyo,
La lanza liberada de la niebla.
No es mi palabra, mi memoria ausente,
Las ráfagas del viento aún enhebrando
El hilo de la luz a mi mirada.
lunes, 4 de octubre de 2010
Regresan Las Noches Poéticas a Bilbao
NOCHE POÉTICA
Esta vez en el bar Carola
del Muelle de Olaveaga
miércoles día 6 a las 8,30 horas
la participación en estas reuniones poéticas esta abierta a todo el que lo desee. Podrás leer tus poemas a los presentes.
os esperamos a todos
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