En este bosque se conserva el día,
Su novísima bruma.
Todo en este lugar está intocado
Por la mano del hombre.
Quisiera comprender ese lenguaje
Que habla el agua a las piedras y a los pájaros,
Que recuerda la arena donde soy.
En estas ruinas edificadoras
Sombras transitan de la noche al aura,
Y mi mirada no adivina dónde
Comienza el corazón, dónde termina.
En esta bruma el corazón se expande,
Pues no conoce límites, y anuncia
De entre las ramas un fulgor nonato
Que la adivinación me determina.
No es mi lenguaje, el de la enredadera,
Sino el musgo, el murmullo del arroyo,
La lanza liberada de la niebla.
No es mi palabra, mi memoria ausente,
Las ráfagas del viento aún enhebrando
El hilo de la luz a mi mirada.
1 comentario:
Gracias, Javi.No sé si el romanticismo sigue existiendo, si en mi "estilo" hay algo de romanticismo, existencialismo, poesía de la experiencia...; tal vez haya un poco de todo y un mucho de nada. No me cierro a ningún tipo de influencia.
Tampoco podría decir qué tipo de poesía es la tuya. Sólo sé que conecto con ella y tengo bien claro que ers POETA.
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