sábado, 10 de julio de 2010

Poema de Octavio Fernández Zotes

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos… (Cesare Pavese)
Somos el tiempo que nos queda… (Caballero Bonald)
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol… (Martín Luther King)

SE QUEBRARÁ EL RECUERDO Y TODO SERÁ EN VANO.
Sonarán los clarines de la muerte
en el alcor lejano
y traerá con ella letanías discontinuas
de gritos y llantos.
Lastimeros quejidos que de lejos
clamarán al dios de lo imprevisto.
No esperamos a la muerte tan temprano.
Llega su turno y, asustados,
gritamos que la muerte nos sorprende,
mas ya todo estaba escrito
en la letra pequeña del contrato.

Uno empieza a morir mucho antes de la muerte.
La muerte es una sombra larga
que ronda a nuestro lado imperceptible.

El nombre de la muerte que le damos
a los últimos momentos
no es sino un plazo ya cumplido;
es la inapelable ejecución de una sentencia.

Y sin embargo, esa muerte anunciada,
ese terrible plazo,
hace tiempo que camina con nosotros
un arcano de pétalos y trazos,
un acicate, una búsqueda intensiva,
un permanente trago que apuramos
como si fuera hoy el comienzo
el final del primer día.
La muerte es un fin y es el motivo
si supiéramos gozarlo.

Hay un tiempo preciso que es precioso
para hollar el hielo y dejar huellas
calientes detrás de nuestros pasos.

Pozos profundos que reclaman llantos,
ensenadas cálidas donde encontrar cobijo,
brazos abiertos que esperan a otros brazos,
palabras tiernas con poder balsámico,
sonrisas limpias, lágrimas fecundas,
trigo duro que amolar haciendo harina;
trigo nuevo naciendo en el sembrado.

Octavio Fernández Zotes.

5 comentarios:

Ondiviela dijo...

Octavio; Tus libros NECESARIAMENTE siempre a mano.
Un abrazo

jagirreo.es.tl dijo...

Me gusta todo el poema, con su quevedesco y hondo "vivir es ir muriendo", pero sobre todo el último párrafo, envuelto en un misterio luminoso. Por cierto, uno de los versos recuerda a aquel "suspiros tristes, lágrimas cansadas" : "sonrisas limpias, lágrimas fecundas", pero el tuyo lleno de esperanza de renuevo.

jagirreo.es.tl dijo...

http://www.poesia-inter.net/index53.htm

Suspiros tristes, lágrimas cansadas,
Que lanza el corazón, los ojos llueven,
Los troncos bañan y las ramas mueven
De estas plantas, a Alcides consagradas;

Mas del viento las fuerzas conjuradas
Los suspiros desatan y remueven,
Y los troncos las lágrimas se beben,
Mal ellos y peor ellas derramadas.

Hasta en mi tierno rostro aquel tributo
Que dan mis ojos, invisible mano
De sombra o de aire me le deja enjuto,

Porque aquel ángel fieramente humano
No crea mi dolor, y así es mi fruto
Llorar sin premio y suspirar en vano.

Góngora

jagirreo.es.tl dijo...

por cierto, el mismo soneto del que Blas de Otero toma su "Ángel fieramente humano", por si a alguno se le escapa.

Octavio dijo...

Tenía la intención de tomarme una vacaciones para no cansar y resultar pesado con mis poemas en el blog (aparte de que esto de ser Campeón del Mundo cansa un un cojón), pero bueno: agradezco a María Ángeles que se haya acordado de mí y a Javi que haya hecho sus siempre magistrales comentarios.
Un abrazo a los dos.