lunes, 31 de mayo de 2010

MÍSTICA CALLEJERA (La Tinta retrasa y no retrasa el Reloj)

El Siempre me ha reconocido; me ha reconocido por mis brillantes ojos y mi ropa negra, o tal vez por mis labios que arden por dentro y respetan verdaderamente el silencio.


De pronto retroceden los años en mi tinta y estoy en nocturno, y disfrutamos el humo del porche y las terrazas que hacen pira; ¡Oh no! está dando más pasos hacia atrás, llevo pantalones cortos, curso 5º de EGB en un Colegio prefabricado por Franco, junto a una chatarrería, y unas chozas que dan a las vías; conmigo Andeka, Miguel Pozo, Luis Macias, Marimar, Iratxe, "Letras con Sangre Entran", y un calendario con una cruz roja cada vez que nos pegaba la Srta. Tere, la Srta. te... y un crucifijo entre las fotos de los reyes, y un padrenuestro ante de las clases; no, no más pasos atrás de momento. Suena Itoiz por la radio, llueve, y estoy en un coche con rayones en los costados que no es mío.


Hasta aquí me trajo el destino, sí, hasta aquí me trajo la infancia. Quiero amor mañana. Hasta aquí me trajo la infancia. El niño rubio, y terrible, y amigo, en mí vive, me recuerdo a él en las flores amargas que se cierran solas. Hasta aquí me trajo la infancia. Con sus cuentos que amenizaba la mesa con tres o cuatro añitos, con sus canciones que inventaba en los chamizos y junto al Ebro, y hasta que besó en una hojita varias palabras con once años en Sevilla; ni las estrellas, ni las musas, ni ningún oráculo, hasta aquí me trajo la infancia. Hasta aquí me trajo la infancia. Cada día era deseo que cumplir, racimo que gustar, noche que placer. Hasta aquí me trajo la infancia. Allí donde fueran mis botas, solitario y a gusto, era esperado por más de una cuadrilla de diferente barrio. Hasta aquí me trajo la infancia.


Muchos de mis secretos los conté a un cactus, a una cima, a una ría, a un semáforo, a un baño, a un sordo, a una rueda, a un espejo roto, y a las nubes. Nuestros momentos de Amor durante años, harían morirse de envidia a no pocos. Ya somos uno. No estoy dentro de mí. Nadie puede nada contra nosotros. Nadie puede hallarnos. Me uno al alma que almo, me vivo en el beso que beso, desde un estado superior, fuera de sí, que permite verme escribir desnudo, rodeado de luciérnagas, y caracoles, y estrellas de mar, dentro de una campana de olas.


Tan, pero tan lejos de mí, que la palabra me encontrará, si acaso, en lo venidero de este instante, que no podría ser ya apresado por tiempo alguno. No podrá.

5 comentarios:

jagirreo.es.tl dijo...

Te vas al pasado y llegas al futuro. Menudo viaje, Sergio^, literalmente!

Ondiviela dijo...

"Se te perderá la infancia
en el cristal empañado
del tiempo viejo...Dichoso
si en él conservas grabados
los besos de tu madre;
De tu padre
¡la noble frente y los viriles brazos!.
Ángela Figuera.

Bienvenido Sergio. Siempre es un placer leerte.
Quiere mucho a ese niño que llevas dentro.
Un abrazo

Ondiviela dijo...

" Se te perderá la infancia
en el cristal empañado
del tiempo viejo... Dichoso
si en él conservas grabados
los besos de tu madre; De tu padre
¡La noble frente y los viriles brazos!"
Ángela Figuera.

Bienvenido Sergio. Siempre es un placer leerte.
Quiere mucho a ese niño que llevas dentro.
Un abrazo

Oiarzabal dijo...

lo quiero. bienhallado. Saludos a todos.

Ana dijo...

Saludos niño poeta donde quieras que estes. goian bego
Muxus