Poema inédito del libro "Hojas de Madrid con la Galerna" que edita la editorial Galaxia Gutenberg como primer volumen de las obras completas del poeta bilbaíno.
Leído en el diario "El Correo" del día 8 de mayo.
El don
Doy a la poesía mis brazos las gracias mis viajes y mi vida./
Las alas de la paloma de Picasso caída en Indochina./
Las alamedas y los almacenes y los juguetes y el primer premio de la lotería./
Las alucinaciones las asosiaciones inverosímiles, los misiles y la mierda de los tratados de paz./
Las algas de largísima cinta de la costa las olas alardeando de imprevistas simas, las alimañas y las mariposas y los volquetes y el amarillo de las autopistas./
A la poesía las alquimias del verbo el laboratorio de las palabras y las piernas con rima o sin rima,/
la espaciosa y triste España el pálido rostro de Checoslovaquia y la plaza de Santa Clara en las Villas./
Las almas de Dostoyevski y los tropezones de Kafka y el 'retrato del artista adolescente', la altura de los aviones bien avenidos la destreza de la juventud y la alegría./
A la poesía la alteración del orden y la construcción de la justicia./
a ti poesía mi compañera mi camarada de quince años mi desgracia más grande y mejor recibida.
Blas de Otero
3 comentarios:
Era un 5 de junio, por año, 76… en Fuentevaqueros, a gritos le reclamaban: ¿Dónde está Blas de Otero? “Con el estudiante y con el obrero”. Todos demandaban la presencia de un hombre de pelo blanco, ya enfermo y dorado por el sol de la tierra de Federico. Eran las cinco de la tarde y nos decía:
Recuerdo que en Bilbao
—recuerdo y no recuerdo—
Apareciste ante mi -muchacho de trece años-
De la mano de la Xirgu
-la luna va por el cielo
como un niño con la cara terriblemente seria.
Recuerdo y no recuerdo
que en el teatro Arriaga ondeaban banderas republicanas
alrededor de tus Bodas de Sangre. (…)
Este Blas libérrimo y jovencísimo, liberado de sí y desasido, dándonos la mano levemente voladora y firme como un puño. Este Blas que no acaba, más joven cada día, como Miguel tan joven en la muerte, tan vivo e inmortal.
Dista mucho de ser el Blas de Otero que nos escribe sus poemas medidos en endecasílabos y sonetos; pero a pesar de todo es emocionante esperar poemas inéditos de tan gran poeta.
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