TERESA ALDAMIZ
(Poemas para Vivir)
Yacías en el suelo ensangrentado,
estirado…como un valle de tu tierra.
Mis imposibles dedos alargados
(ramas saliendo de mi tronco en guerra)
acariciaron trémulos tu boca,
garganta rota y ojos, sangre y frente.
La seda de tus manos ya no toca,
sensible espera, pétalo silente
la fiebre de mis besos encendidos.
¡Darte calor, claror a tu mirada!
Que este morirme hiera tus sentidos
y sigas siendo…vivo…mi alborada.
Sólo puedo decirte que te quiero
colmarte de mi amor como solía,
y no puedo morir porque me esmero
en vivir nuestra muerte cada día.
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