Frío de límines de Antonio Gamoneda

Frío de límites
de Antonio Gamoneda

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A la penumbra auricular no viene nunca el sonido del

amanecer. Muge el silencio en las ocultas bóvedas y se desliza en tus

membranas. Silban los pájaros y tu pasión es sorda.

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Tú no estás ya en tus oídos.

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Va a amanecer. Hay noche aún sobre tus llagas.

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Ya vienen los cuchillos del día. No

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te desnudes en la luz, cierra los ojos.

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Quédate en tu cama sangrienta.

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Ardes bajo las túnicas carnales.

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Ha sido inútil la sutura negra:

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no hay agua en ti. todas las fuentes manan en otra edad

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y se enloquece la pureza de la copa vacía.

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Entra en tu cuerpo y tu cansancio se llena de pétalos. Laten en

ti bestias felices: música al borde del abismo.

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Es la agonía y la serenidad. Aún sientes como un perfume la

existencia.

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Este placer sin esperanza, ¿qué significa finalmente en ti?

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¿Es que va a cesar también la música?