lunes, 11 de enero de 2010

ÁMBAR

Leía en un foro este poema, que me ha recordado un libro que también acude a la misma metáfora: "Mira mi corazón preso en el ámbar de los instantes eternos", de Jose Blanco. Y como el poema "Muy cerca" es muy oteriano, lo copio también aquí.


POÉTICA 2

Sentimos en un mundo, pensamos, nombramos en otro, podemos
establecer entre ambos una concordancia, pero no colmar el intervalo.
Era un poco de ese intervalo, esa falla, lo que yo había, tenia que franquear...

Marcel Proust ("Por la parte de Guermantes")

Hemos de rastrear adentro de las cosas
para fijar su oculto espacio, la interna catadura.
La costumbre nos ciega.

Los sentidos nos dejan muy lejos de la rosa.
Tasamos el destello, la hermosa ilustración,
pero el silencio, su nublada dolencia, nos aleja y angustia.

La mirada ha de embriagarse frente a ella en un letargo infinitamente perplejo.
Desde ahí accedemos a la luz de unas manos que de nuevo la crean
con una percepción antigua, entera y diferente;
es un cambio de estado: el espíritu cristaliza y lo contiene todo,

como el insecto capturado en ámbar.
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J. J. M. Ferreiro




Muy cerca

Bilbao. Tres y cinco a.m. La ría
va hilvanando la luz a su reflejo,
la vida a la memoria, la ciudad
a la ilusión erguida sobre el cieno.

En esta ciudad todo se recicla,
todo se reconvierte, todo menos
su rescoldo sideromelancólico,
fulgiendo como estigma por el cielo.

Antes de que llegaran los turistas,
cerraron hornos, y sustituyeron
el amasijo de las barricadas
por el nuevo amasijo del museo.

La usura revestida de titanio...
Muy cerca exhibe su verdad el gueto:
rincón del arte de sobrevivir,
y de quienes trabajan con su cuerpo.

De noche todas las ciudades son
oscuros derrumbaderos de sueños.
Las voluntades quedan clausuradas
hasta que vuelve a funcionar el metro.

Bajo el puente que brilla con luz propia,
un ángel fieramente desafecto
se busca el pulso de servicios mínimos,
para hacer un picado a ras de suelo.

Porque a todos nos forman la mirada
brillos y herrumbres, y pertenecemos
al lugar donde fuimos deslumbrados,
me importa la ciudad de Blas de Otero.

Me importa esta ciudad que se transforma
dando pábulo a los deslumbramientos,
transida de sublime cotidiano,
donde se escucha el mar allá a lo lejos.

(del libro Mira mi corazón preso
en el ámbar de los instantes eternos
)

Jose Blanco acaba de publicar Memoria del caos en la editorial Baile del sol, con la que ya ha publicado otros dos poemarios.

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