Ay si de tu
pelo colgase mi inocencia,
como canta mi mirar, mi mirar canta.
¡Ay de mí!
¡Sin ti!
Que pertenecen mis entrañas al resplandor,
y se protegería la verdad de esto.
¡Ay cómo me aíro con la voz dulce!
¡Ay...!... Lumbre, lumbre.
Mi mano podría algo a que agarrarse,
y lo tendría, no soltar haría.
¡Sí, sí!
¡Lo que más duele me hace feliz!
El aire es una entraña del amanecer,
¡si lo supiera
yo! Estaría llenándome de furor,
¡oh!, desempuñaría todo el rencor.
como canta mi mirar, mi mirar canta.
¡Ay de mí!
¡Sin ti!
Que pertenecen mis entrañas al resplandor,
y se protegería la verdad de esto.
¡Ay cómo me aíro con la voz dulce!
¡Ay...!... Lumbre, lumbre.
Mi mano podría algo a que agarrarse,
y lo tendría, no soltar haría.
¡Sí, sí!
¡Lo que más duele me hace feliz!
El aire es una entraña del amanecer,
¡si lo supiera
yo! Estaría llenándome de furor,
¡oh!, desempuñaría todo el rencor.
¡Ya no es el
amor!,
entre cuyo
colorido color,
¡eres tú, tuyo!
entre cuyo
colorido color,
¡eres tú, tuyo!
Daniel Rodriguez
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