domingo, 17 de julio de 2011

Un poema de Sergio Oiarzabal

ENALTACIÓN A FAVOR DE TUS VELAS
(Monólogo Interrumpido)

A mis Amatxis

Hoy deseo llorar y que lo sepan todos. Que bajo mis pies viajan nubes pasajeras, que tengo en mis ojos dos lunas rojas, dos, y que brotan flores milenarias a través de mi lengua de latitudes. Dadme una tarde de lloviznas para mis hombros acostumbrados, que se me muere el aliento en una maleta de madera. Y no te olvides de mí, que ya mi sombra se fundió en la tuya con lágrimas de cirios que alumbraban las esquinas de divinos lechos. Tú duerme Soñadora, tú duerme, que algún día balbucearás mi nombre en magias acunado por tus labios sin origen, por tus labios entregados, por tus labios capaces de decir adiós a lo muerto que me posee. Y qué bien naufraga mi tinta sin timones en esta mar tan profunda. Solamente una de tus yemas llena de envidia a la Venus rupestre de Apolo, mientras mi voz se pierde en el verano de tu melena constante, y no quiere regresar sino convertida en estrellas aztecas. Son tan preciosas las pirámides de tus codos... que todas las letras del alfabeto secreto que yo significo, suben volando en susurros por ellas hasta besarte las pestañas difuntas. Así, Amorosa de mis siglos, así, bautízame por siempre con la savia de tu íntima palabra.

Hoy temo a veces tu partida en el tren que se dirige hacia el Noroeste de mi olvido, pero mi beso de sílabas insomnes se enraíza en tu boca milagrosa, te espera en tu boca milagrosa, te espera en la piel cariñosa de tu almohada, te amanece en el espejo de otro día.
Desde la Polonia sonámbula de la vez primera que te vi, yo te llamo. Y ven, ven al fuego de mi alma que no se consume de sus vides, ven desnuda como tu palabra primera, tú ven a ocupar el trono pasional de mi mano izquierda, tú ven felina a arañar mis soledades de Polifemo, tú ven a arropar mi niñez de pozos con amapolas de Holanda, ven a morirme con tu amor la vida, ven custodiada por océanos celestes, ven con los ojos cerrados para hallar mi corazón que palpita las sombras, las sombras, y ahora...


Seergio Oiarzabal

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial. Realmente bello!!!!

Ondiviela dijo...

Estarás por derecho junto a los GRANDES en el PARNASO.