miércoles, 13 de julio de 2011

29 de junio: intersección de dos poetas.

INTERSECCION

Se da la circunstancia de que el 29 de junio es fecha límite para dos grandes poetas de dos territorios fronterizos, la Araucanía y el País Vasco. Fecha de partida para ambos: para Jorge Teillier, de Lautaro, porque inicia su carrera por la vida, en 1937, y para Blas de Otero, de Bilbao, porque parte en su último viaje, en 1979.

Esta coincidencia nos da pie para comparar a estos dos poetas tan aparentemente disímiles. Pero acaso con algún punto de contacto no menor.

Muchos son los que se empeñan, tal vez por comodidad, en fiarse de etiquetas encapsuladoras que nos sirven para situar, clasificar, fijar naciones sobre el mundo o poetas en algún árbol genealógico. Y las etiquetas, dirán no sin alguna razón, son necesarias para guiarse en un primer momento en los esquemas generales. Pero si el mapa es útil desde arriba, al acercarnos a la realidad las líneas divisorias desaparecen y nos es más difícil establecer lindes claros.

La etiqueta que encapsula a Teillier es la de lárico, y la que fija a Blas de Otero es poeta social. Todos los tópicos tienen algo de cierto, pero al pisar el terreno concreto de su palabra nos podemos llevar más de una sorpresa. Guido Eytel, durante el homenaje que se brindó al bardo lautarino en su 76 aniversario, recordó que el compromiso no implica literatura panfletaria, y que la visión del mundo de un poeta habrá de quedar patente sea como sea, no necesariamente desde la arenga directa o el himno político.

"Contarles a los amigos desaparecidos
que afuera llueve en voz baja
y tener en las manos
un puñado de tierra fresca."

Esto dice Teillier en su poema "Alegría" de Muertes y maravillas. ¿Sería más político siendo más concreto? ¿Qué es poesía política?

Blas de Otero, por otra parte poeta tan machadiano como Teillier, tiene toda una vertiente poética intimista que le hace recuperar el territorio de su infancia. Valga de ejemplo el representativo poema titulado "Lejos": "Cuánto Bilbao en la memoria. Días / colegiales. Atardeceres grises, / lluviosos. Reprimidas alegrías, / furtivo cine, cacahuey, anises. // Alta terraza, procesión de jueves / santo, de viernes santo, santo, santo. / Por Pagasarri las últimas nieves / y por Archanda helechos hechos llanto. // Vieja Bilbao, antigua Plaza Nueva, / Barrencalle Barrena, soportales / junto al Nervión: mi villa despiadada / y beata. (La virgen de la Cueva / que llueva, llueva, llueva). Barrizales / del alma niña y tierna y destrozada."

Esta fecha, el 29 de junio, fecha de arribo y de partida para ambos, marca una confluencia entre dos viajeros acaso no tan distantes.

No hay comentarios: