Momento de la actuación de Tachia Quintanar
en el homenaje a Blas de Otero en Bilbao
Otro momento del mismo recital
SOMOS, O NO SOMOS
Colaboración para “20 minutos”
publicada el viernes 3 de julio de 2009
Tachia Quintanar
Tachia, la Tachia de Blas de Otero, su musa y amor de juventud en París, a la que él mismo le puso su nombre, ha venido a Bilbao de la mano de la plataforma “29 de JUNIO” para participar en la conmemoración del aniversario de la muerte del poeta. Una feliz iniciativa puramente ciudadana, como las de antaño, que quizá también acabe institucionalizándose. Por la mañana depositó un ramo de flores blancas en el busto (de tan desafortunada factura) dedicado al poeta en la esquina de Egaña con Alameda Recalde, donde él vivió. Y al atardecer nos deleitó con un impresionante recital (interpretación dramatizada, diría) con el que sigue recorriendo el mundo, de Moscú a Caracas o Bogotá, pasando por media Europa, para dar a conocer la obra de Blas de Otero. Pero lo que me inquieta de esta eibarresa octogenaria, que conoció a Blas paseando por la Gran Vía bilbaina de los cincuenta, es que se lamente de la poca marcha que ha encontrado y de que la Villa se nos esté quedando triste y sosa.
Marino Montero
SOMOS, O NO SOMOS
Colaboración para “20 minutos”
publicada el viernes 3 de julio de 2009
Tachia Quintanar
Tachia, la Tachia de Blas de Otero, su musa y amor de juventud en París, a la que él mismo le puso su nombre, ha venido a Bilbao de la mano de la plataforma “29 de JUNIO” para participar en la conmemoración del aniversario de la muerte del poeta. Una feliz iniciativa puramente ciudadana, como las de antaño, que quizá también acabe institucionalizándose. Por la mañana depositó un ramo de flores blancas en el busto (de tan desafortunada factura) dedicado al poeta en la esquina de Egaña con Alameda Recalde, donde él vivió. Y al atardecer nos deleitó con un impresionante recital (interpretación dramatizada, diría) con el que sigue recorriendo el mundo, de Moscú a Caracas o Bogotá, pasando por media Europa, para dar a conocer la obra de Blas de Otero. Pero lo que me inquieta de esta eibarresa octogenaria, que conoció a Blas paseando por la Gran Vía bilbaina de los cincuenta, es que se lamente de la poca marcha que ha encontrado y de que la Villa se nos esté quedando triste y sosa.
Marino Montero
3 comentarios:
Me encantó la experiencia.Guardaré en mi recuerdo el momento vivido y la firma de Tachia dando paso a las palabras de Blas de Otero.
Cojonudo!!! A Tachia un abrazo gordo, de los que muerden bien hondo para no olvidar. Y a los cruzados de 29 de Junio mi más sincera enhorabuena. Y al Bilbao institucional un cachete por no dar la cara por sus poetas. Ningunear propuestas ciudadanas como esta viene una vez más corroborar el interés por la cultura por ser la parte amable de la política.
Alguien grabó algo, además de en su memoria, en video?? Yo habría ido, pero me queda un poco lejos...
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