
Sirva este post para agradecer su apoyo a cuantos estuvieron presentes con nosotros en la ofrenda y a cuantos, a su pesar, no pudieron hacerlo por diferentes causas.
Aquí estuvo también María, una señora de la misma calle Egaña, que guardó en su domicilio, durante unos días, parte de la escultura: el libro "Pido la Paz y la Palabra", que alguien arrancó para después abandonarlo. Fue ella quien la recogió y llamó al ayuntamiento, guardándola en su casa hasta que Alfa Arte mandó a sus soldadores para colocarlo de nuevo. Nuestro agradecimiento y aplauso para María.
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