miércoles, 13 de febrero de 2013

Hemos llegado tarde y Dios se ha ido


Un libro de Octavio Fernández Zotes a quien Pablo González de Langarica le dedica el soneto que se publica

Exilio.

Tu síntesis, Octavio, cuelga sola
en esa eternidad de eternidades
donde nunca de cumplen las edades.
El tiempo las deshace en cada ola.

El libro crece en una caracola,
avalado por tus necesidades,
dejando en el olvido unas verdades
que giran a la luz de una gramola.

Quieres tender un puente a la esperanza,
quieres vivir después, cruzar un río
que es cauce sombrío que no avanza.

Se ha ido dios, adónde, en qué navío
que la razón del hombre nunca alcanza.
No existe el lago azul, ni existe el río;

tan sólo el albedrío de olvidarlo.

Pablo González de Langarica.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Pablo.

antonio molina medina dijo...

Libertad
Y nos abrieron de par en par
las puertas de la libertad.
Y no supimos que hacer con ella y
volvimos a buscar a los tiranos,
a los que nos dominaban
complacidos dándoles las riendas
de nuestra cobardía.
Molina

Anónimo dijo...

¿Y esto, Don Antonio, a qué coños viene aquí?

antonio molina medina dijo...

Ya veo que esta pagina esta vetada para mi.
Gracias por todo, señor anonimo. Un patan como creo que soy yo, de cultura por la gracia de dios... No os molestara más.
Agur. Señor anonimo.
un saludo

Antonio Molina Medina